28/03/2024

La racha, la gira y los momentos que hicieron que los Celtics perdieran el miedo

Miercoles 23 de Mayo del 2018

La racha, la gira y los momentos que hicieron que los Celtics perdieran el miedo

Desde prácticamente la apertura, esta temporada ha sido una prueba sin fin para los jóvenes de Boston que tienen más batallas: ganar dos de tres juegos a los Cavs.

Desde prácticamente la apertura, esta temporada ha sido una prueba sin fin para los jóvenes de Boston que tienen más batallas: ganar dos de tres juegos a los Cavs.

EL VESTUARIO del Vivint Smart Home Arena de Utah vibraba de energía, mientras los Boston Celtics celebraban la cesta del triunfo convertida por Jaylen Brown en un enfrentamiento en el cual contaban con todas las excusas para perderlo.

Los Boston Celtics jugaban esa noche sin la presencia de sus tres All-Star. Gordon Hayward, proveniente del mismo equipo del Utah Jazz al cual Boston acababa de derrotar, quedó fuera de acción en plena noche inaugural. Kyrie Irving y su frágil rodilla jugaron su último encuentro un par de semanas atrás. Al Horford estaba en la banca esa noche, debido a un esguince en un tobillo.

A pesar de haber puesto en la cancha un quinteto titular que totalizaba ocho temporadas completas de experiencia en la NBA, los Celtics consiguieron una forma de imponerse a uno de los equipos más encendidos de la liga, jugando su tercer compromiso en cuatro noches, finalizando una gira de cuatro partidos.

“Esa (gira) quizás representa el momento en el cual todos pensaron: ‘Muy bien, perdimos a Ky, perdimos a Gordon, perdimos (al gigante novato Daniel) Theis, no contamos en estos momentos con (Marcus) Smart. Sin embargo, contamos con suficiente talento en este roster para salir y hacer algo de ruido”, expresó el base novato Shane Larkin.

“Ese pudo haber sido el momento en el cual todos nos vimos unos a otros y dijimos: ‘Esto es lo que tenemos. Saldremos a luchar. Podemos hacerlo’”.

Sin embargo, como bien ha sido el tema recurrente de la presente temporada, estos Celtics han conseguido formas de seguir ganando. Y esa noche representa apenas uno de muchos momentos que han servido de demostración a los jugadores de los Celtics que no se irán discretamente de esta postemporada.

Los Celtics regresan a la comodidad de su casa, el TD Garden, en la noche del miércoles, mientras que gran parte del mundo de la NBA se encuentra listo para desestimarles una vez más. Los Cleveland Cavaliers han logrado superar el bache inicial y empatar las finales de la Conferencia del Este 2-2, convirtiéndolas en un duelo para el mejor de tres encuentros, quien conseguirá el derecho de avanzar a las Finales de la NBA.

La mayoría de los equipos jóvenes se considerarían afortunados por el simple hecho de encontrarse en estas instancias, con la oportunidad de acabar con la supremacía de LeBron James en el Este. Pero no es el caso de estos irracionalmente intrépidos Celtics. Si bien han tenido, con toda certeza, momentos de duda durante la campaña 2017-18, fue la adversidad a la cual rutinariamente se impusieron que hizo que este equipo creyera que, como bien lo dijo Kevin Garnett tras alzarse como campeón con los Celtics en 2008, cualquier cosa es posible.

Resulta toda una locura pensar que Boston no habría llegado tan lejos, ni su futuro se viera tan brillante, de no ser por toda la adversidad contra la cual este equipo ha luchado durante la presente temporada. 
Estos Celtics se han sobrepuesto a los obstáculos de forma tan constante que a sus jugadores les cuesta indicar un solo momento que les haya dado la confianza para pensar que la situación actual en la cual se encuentran fuera posible. Sin embargo, todas esas experiencias que han vivido juntos los llenan de optimismo con respecto a sus posibilidades de mantener su campaña con vida.

“Hemos estado experimentando adversidades y resistencia durante todo el año”, indica Brown. “No es nada nuevo para nosotros”.


DESDE EL MOMENTO EN EL CUAL los Celtics seleccionaron en el draft a Jayson Tatum, se ha asegurado en demostrar que no se trata del típico chico de 19 años. No obstante, en los momentos previos al encuentro inaugural de los Celtics contra los Cavaliers en octubre pasado, sus compañeros vieron por primera vez al jovencito experimentar los nervios típicos de un novato.

“Estaba hecho un desastre”, indicó Horford. “Lo supe de inmediato. Justo antes de comenzar el partido traté de que él se relajara. Probablemente no lo recuerde, pero le dije algo similar a: ‘Oye, ¡vamos a divertirnos!”.

“Podías verlo en su rostro. Estaba demasiado tenso”.

Tatum ahora admite sin ambages que las mariposas en su estómago le estaban causando fuerte dolor, especialmente tras llegar a la cancha para ser titular por primera vez en la NBA y ver a LeBron James dirigirse hacia él.

Un poco más de un minuto tras el pitazo inicial, James bloqueó uno de los intentos de cesta de Tatum. Bienvenido a la NBA, jovencito.

“Estás jugando contra LeBron James, lo estás marcando en el primer partido del año. Muchas expectativas. Tenía todo el derecho del mundo a estar nervioso”, afirma Brown. “Pero, ¿saben qué? (Tatum) terminó con un doble-doble”.

Lo cual indica que Tatum no se mantuvo nervioso durante mucho tiempo. Y es prácticamente la única ocasión en la cual se ha mostrado como novato durante la presente campaña.

“Una vez que se quitó los nervios de encima, hombre, los dejó atrás”, dice el base Terry Rozier. “Y no van a volver. Ha jugado como si ha estado en la NBA durante un par de años”.

Los Celtics han contado con siete novatos como parte de su roster de 17 en temporada regular. Si bien es cierto que la mayoría de las expectativas recaían en Tatum como tercer seleccionado del draft, incluso él las superó. Este martes, Tatum consiguió ser votado como parte del primer equipo All-Rookie de la NBA.

Lo más sorprendente han sido los aportes hechos por los novatos poco conocidos de Boston. El alemán Theis emergió como un suplente clave antes de sufrir una lesión de meniscos en marzo pasado. Semi Ojeleye, tomado en la segunda ronda del draft ha provisto una defensiva hermética en minutos limitados de acción, para ser llevado luego a una breve aparición como titular contra los Milwaukee Bucks, enfrentándose a Giannis Antetokounmpo y ayudando así a los Celtics a sobrevivir esa serie en primera ronda. 
No se suponía que Boston debía depender de tal manera de ellos. Sin embargo, han sido parte fundamental del avance de los Celtics hasta este punto.

Un ejemplo: Tras arrancar la temporada 0-2, los Celtics estaban molestos tras quedar atrás al principio del tercer encuentro de la campaña, contra los Philadelphia 76ers. El entrenador de los Celtics Brad Stevens puso en la cancha a Jabari Bird, novato en un contrato “de dos vías” de liga de desarrollo y seleccionado en el puesto 56 del draft del año pasado. Bird aportó la chispa defensiva necesaria para que Boston ganara ese partido.

Después, los Celtics obtuvieron 15 triunfos consecutivos, con ventajas de dígitos dobles en la mayoría de los casos. Un equipo que había quedado inmerso en la incertidumbre tras la lesión de Hayward desarrolló química y, quizás lo más importante, una confianza muy necesaria. Dicho periodo le dio a entender a sus jugadores que la temporada estaba muy lejos de terminar, sin importar lo que los expertos dijeran con respectos a sus posibilidades sin Hayward presente.

Por ello, jugadores como Horford miran a dicho periodo de inicios de campaña como el punto en el cual se sembraron las bases del éxito actual de Boston. 
“Me di cuenta de que, sin importar la situación, podríamos estar en cualquier desventaja y nuestros muchachos se mantenían concentrados, mentalmente hablando, salían y luchaban y todo funcionaba bien”, indica Horford. “Bien o mal, los muchachos seguían intentando jugar apropiadamente, hacer bien las cosas. Cometimos errores, pero no evitábamos estar en el momento”.

Ahora, Horford se muestra maravillado por el nivel alcanzado por los jugadores más jóvenes de los Celtics. Hombres de la talla de Rozier se han convertido en nombres conocidos por la afición al suplir a All-Stars como Irving. Brown y Tatum se han establecido como dos de los jugadores jovenes más prometedores de la NBA. Los entrenadores asistentes juran que todo se debe al compromiso mostrado por ellos para mejorar en lo individual, mientras han asumido lo que Boston ha intentado hacer colectivamente.

Sin embargo, es la chispa de estos jovencitos lo que más sorprende a Horford. 
“La mentalidad de sólo salir, trabajar y jugar al baloncesto”, dice Horford. “Realmente es algo inspirador”.


ANTES DE COMENZAR las finales de conferencia, Stevens sugirió que existe “un poder originado en la ingenuidad”. La idea radica en que mientras existen equipos abrumados en momentos llenos de presión, estos jóvenes Celtics parecen no afectarse por tanta adversidad con la cual se han topado. Boston tiene una habilidad impresionante para simplemente no detenerse y seguir adelante, sin importar los obstáculos con los que se llegan a encontrar.

Lesiones, desventajas de dígitos dobles, LeBron James. Nada parece intimidar a estos jugadores.

Entonces, ¿por qué estos Celtics son tan intrépidos?

“Debido a todo lo que hemos pasado. No tenemos nada que perder”, dice Rozier. “Contamos con muchos jovencitos hambrientos, tenemos un gran staff de entrenadores que nos coloca en la posición correcta y tenemos a veteranos de calidad, como es el caso de Al”. 
“Tenemos todas las piezas correctas, hombre, sin importar quién esté ausente”.

Sin embargo, Brown objeta la idea de que los Celtics son un equipo ingenuo.

“Entiendo lo que Brad trata de decir, pero estoy en desacuerdo. No creo que ‘ingenuo’ sea la definición correcta”, dice Brown. “Pienso que definitivamente estamos conscientes de lo que ocurre y creo que sabemos contra quién jugamos. Creo que sabemos muy bien a lo que nos enfrentamos”.

“Pienso que tenemos muchos hombres con una excelente mentalidad… Pero no considero que ‘ingenuo’ sea la palabra correcta para definirlo”.

Con cada triunfo importante en la presente temporada, los Celtics parecen ganar un poco más de ímpetu y perder un poco más de miedo. Ser apabullados en la primera ronda en Milwaukee fue una experiencia que abrió ojos tras alcanzar ventaja en la serie de 2-0. A pesar de ello, Boston pudo luchar e imponerse en siete partidos.

Los Celtics fueron el equipo con mejor compostura en la segunda ronda enfrentándose a los Sixers. Y todos esos rallies de temporada regular pusieron a Boston en la posición necesaria para remontar una desventaja de 22 puntos para robarse el segundo partido de la serie en Filadelfia. Luego, incluso en un alocado juego 3 en Filadelfia, el llamado “Partido del confeti”, los Celtics no se mostraron amenazados.

Ahora, deben demostrar que lo pueden hacer de nuevo. Con unos Cavaliers preparándose para conseguir victorias consecutivas en Cleveland, existe la idea de que LeBron James y compañía no pueden ser superados. Tras la derrota sufrida por los Celtics en el Juego 3, Brown indicó que ya el resto del mundo está listo para descartar a los Celtics.

Quizás no esté equivocado al decirlo. A pesar de ellos, estos Celtics no están listos para creerse fuera de opciones.

Es apenas una nueva adversidad a la cual deben enfrentarse, en una temporada en la cual han luchado hasta más no poder contra infinidad de obstáculos.

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