Si me tengo que jugar la vida con alguien que lance tiros libres por mí, le pido el encargo a Jimmy Butler. El alero de los Miami Heats parece hecho para los minutos “clutch”, esos 450 segundos finales que en la NBA llaman los “decisivos”. Los héroes -dicen- se conocen en las situaciones desesperadas. En las normales cualquier puede dársela de Superman. En las difíciles, el aro es más chico, pero Butler más grande.
Había que verle la cara relajada, casi canchera, en el momento Kodak de los tiros libres. Proyectaba paz en una situación que otros odiarían. Era como si disfrutara que ese momento haya quedado en sus manos. Como si estuviera por lanzar ese tiro con la seguridad de haberse entrenado toda la vida para meterlo. Como los Jordan o los Bryant, Bulter tiene esta cosa casi actoral que le agrega mejor performance cuando hay millones mirando.
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