El camino hacia el título de Boca parecía no correr riesgo en el primer semestre del año, y en parte del segundo. Sin embargo, las lesiones de algunos jugadores clave y el bajón futbolístico que a partir de esas bajas tuvo el equipo abrieron algún interrogante.
El primero en sufrir una seria lesión fue Fernando Gago. El volante era la pausa, el pase claro, el que generaba el juego en este Boca de Guillermo. Pero cuando regresó a la Selección, en el partido clave ante Perú de octubre de 2017, apenas duró unos minutos en cancha.
El grito desgarrador dejó paralizado el estadio. Con Gago llorando y pese a todo queriendo jugar, todos intuían que se trataba de una seria lesión. Y el pronóstico se confirmó: Pintita se había roto los ligamentos y debería comenzar una larga recuperación.
Al poco tiempo, fue nada menos que Darío Benedetto quien se quedó afuera de las canchas. El Pipa también se rompió los ligamentos de la rodilla derecha, frente a Racing y en La Bombonera, en la derrota por 2 a 1 ante la Academia.
El goleador venía de ser máximo artillero y gran figura en el torneo pasado y era la carta de gol, el que abría las puertas de esos partidos duros, cerrados. Boca sufrió su baja y mucho, y todavía lo sigue extrañando.
Pero las lesiones no pararon allí. El último tramo del 2018 fue letal: entre otros, por problemas musculares, cayeron en desgracia Edwin Cardona, Carlos Tevez, Paolo Goltz, Pablo Pérez y Wilmar Barrios.
Justo cuando Boca más los necesitaba, por estar jugando momentos clave en la Copa Libertadores y en el campeonato. La buena noticia fue que Pérez, Tevez, Cardona y Barrios pudieron recuperarse rápido y estuvieron en el tramo final del torneo, para asegurar el título. Y estarán, si no ocurre nada extraño, en el choque clave ante Alianza Lima, por la última fecha de la fase de grupos de la Libertadores.