26/04/2024

La mano de Guillermo

Miercoles 09 de Mayo del 2018

La mano de Guillermo

Barros Schelotto acaba de sumarse a la privilegiada lista de DTs en haber logrado un bicampeonato, luego de consagrarse tras el partido ante Gimnasia y Esgrima de La Plata.

Barros Schelotto acaba de sumarse a la privilegiada lista de DTs en haber logrado un bicampeonato, luego de consagrarse tras el partido ante Gimnasia y Esgrima de La Plata.

Pocos técnicos a lo largo de la historia de Boca pueden darse el lujo de haber ganado un bicampeonato. Allá lejos y en el tiempo Mario Fortunato, más cerca, Carlos Bianchi o Alfio Basile. Guillermo Barros Schelotto acaba de sumarse a esa privilegiada lista, luego de consagrarse tras el partido ante Gimnasia y Esgrima de La Plata.

Sin dudas, ganar dos títulos consecutivos en un fútbol como el argentino no es tarea sencilla. Y Guillermo pudo hacerlo a pesar de las críticas que se le pueden hacer por el funcionamiento del equipo o por determinadas decisiones que como toda persona a cargo de un grupo debió tomar.

Este Boca campeón puede dividirse en dos partes. Una, la del primer semestre del torneo. Allí se vio lo mejor de lo que pretende Guillermo. Un equipo vertical, contundente por momentos, seguro en defensa y teniendo claro a qué jugaba.

Pero el 2018 fue diferente. Las lesiones a finales de 2017 de Gago y de Benedetto generaron vacíos difíciles de encontrar para el DT. De todos modos, el 4-4-3, el esquema preferido, lo mantuvo casi inalterable.

Justamente, si algo se le puede reprochar al DT en este ciclo es no haber tenido la capacidad para salir de un esquema que a veces, sin los intérpretes adecuados, puede resultar difícil sostener. La falta de autocrítica es algo para cuestionar. Aunque los números muestren que el equipo está primero, a veces el rendimiento en la cancha deja a la vista errores que pueden corregirse, claro, si se asume que están.

Así como en su momento durante el campeonato pasado, por obligación, salió del equipo Bentancur e ingresó Barrios, una solución para el mediocampo, esta vez Abila, un jugador que Guillermo no pidió, parece haber sido un alivio ante la lesión de Benedetto.

Contra Unión, Wanchope marcó los dos goles que dejaron al equipo en las puertas del título, demostrando que tiene más oficio y experiencia que Bou, a quien el DT había posicionado como titular. O que, incluso, se siente más cómodo que Carlos Tevez dentro del área.

Lo cierto es que con errores y aciertos, el Boca de Guillermo demostró ser el mejor en el ámbito local (la gran deuda sigue siendo en el ámbito internacional). Lo hizo en dos torneos largos, de los de “antes”, lo que le brinda un plus. Y frente a rivales de jerarquía.

Aunque se repita que “en el torneo local no juega con nadie”, se midió ante River, Racing, San Lorenzo e Independiente, equipos que también, como Boca, se reforzaron y bien. El millonario, por caso, pagó casi 15 millones de dólares por un jugador, Lucas Pratto. Y ni siquiera puso entrar a la próxima Libertadores, tras una flojísima campaña en esta Superliga.

El xeneize está como líder desde el 11 de diciembre de 2016, un verdadero récord para un campeonato tan competitivo como el argentino. Tiene más de 500 días en la punta, y en soledad. Y eso es algo que nadie le puede quitar.

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