Retirar a un jugador emblemático en una Copa del Mundo… Esto no es algo nuevo para la selección mexicana, sobre todo si nos remontamos a lo sucedido en el 2002 y en el 2006; a los combinados dirigidos por Javier Aguirre (En su primera etapa) y por Ricardo La Volpe.
Y ahora, para 2018, la historia se repetirá con Rafael Márquez, esto como un homenaje a su gran carrera futbolística. Sin embargo, por otro lado, está ese afán, más que forzado, por cumplir su participación en una Copa del Mundo, esto para empatar a Antonio Carbajal y a Lothar Matthäus
Alberto García Aspe
El ‘Beto’, como se le conocía, fue uno de los mejores futbolistas de su época; militó en Pumas, en el River Plate, en el Necaxa y en América. Asimismo, fue parte muy importante de aquel equipo de la Copa América de 1993, además de cumplir con actuaciones destacadas en los Mundiales de 1994 y 1998.
Sin embargo, ya entrado el nuevo siglo, la carrera de Aspe vino claramente a menos. Como jugador del Puebla, Aguirre lo convocó para estar en la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002, más allá de que sí había sido parte del proceso eliminatorio. El mediocampista no vio actividad sino hasta el duelo ante Estados Unidos, en Octavos de Final, entrando de cambio por Ramón Morales.
Este fue un craso error de Aguirre, al prescindir de uno de sus elementos más dúctiles en el terreno de juego, para dar paso al homenaje a una estrella en el retiro, cuestión que, por supuesto, fue muy criticada.
Jorge Campos
A lo igual que Aspe, Jorge Campos fue un referente mexicano no sólo en la selección, sino un histórico bajo los tres postes del ‘Tri. Ya sobre el retiro, igualmente Aguirre lo premió para ir como tercer portero al Mundial del 2002.
En este caso no hubo controversia, puesto que el titular fue Óscar Pérez en el arco; Campos, junto a Oswaldo Sánchez, se mantuvieron en la banca.
Claudio Suárez
Una severa lesión dejó fuera al ‘Emperador’ de asistir a su tercera Copa del Mundo, en el 2002. Sin embrago, su premio de consolación llegaría cuatro años después, en la convocatoria para Alemania 2006.
Como homenaje a su gran trayectoria, La Volpe decidió llevarlo al Mundial para calentar el banquillo; junto al de Rafael García, el de Claudio Suárez fue el llamado más controvertido de esta lista.