06/05/2024

Mario Canessa: La noche que Néstor R. Rossi vistió la camiseta del Patria

Sábado 09 de Mayo del 2020

Mario Canessa: La noche que Néstor R. Rossi vistió la camiseta del Patria

Queda en el mundo de los recuerdos el equipo del Patria, al que llamaban ‘Los caras sucias’ del año 1965 (...)

Queda en el mundo de los recuerdos el equipo del Patria, al que llamaban ‘Los caras sucias’ del año 1965 (...)

Referirme al Club Sport Patria es trasladarse a esas épocas del Guayaquil que crecía con una juventud vigorosa, sana, preñada de ese fútbol callejero, donde los amigos escudriñaban sus habilidades futboleras para convertirse en los más elogiados o en los más importantes de su barriada, que por esos tiempos eran numerosas por los cuatro puntos cardinales; de ese Guayaquil que se abría paso, lleno de necesidades elementales, pero pujante como fue siempre y con mayor razón en esas primeras décadas del siglo XX.

Debo confesar que cada vez que me he encontrado con esos pocos patricios, que con ascendencia y de pura raza todavía existen, es como si expresáramos al unísono un sentimiento de frustración, creando un espacio sin explicación de cómo un club que llegó a ser admirado y querido se fue perdiendo de a poco en el olvido.

La vida me dio la oportunidad de haber transpirado la camisa plomo y blanco allá por el año 1970. Luego, con el transcurrir del tiempo, me correspondió del año 2005 al 2007 ocupar la presidencia del Club Sport Patria y a inicios del 2006 le envié una carta al Dr. Mauro Velásquez Villacís, reconocido periodista deportivo, invitándolo para que de su amplia biblioteca rescatara parte de la historia de este equipo del fútbol guayaquileño. A los pocos días recibí la respuesta del Dr. Velásquez, que decía que para él era un honor, más aún si se trataba de un equipo que hizo del fútbol la razón de su existencia.

El libro se tituló Grandes momentos del Club Sport Patria y cuenta la historia de su nacimiento y de uno de los principales inspiradores del origen del decano del fútbol ecuatoriano, don Agustín Febres-Cordero Tyler, quien el 18 de septiembre de 1908 con un grupo de amigos, en el descanso de la escalera de la casa situada en las calles Pichincha y 9 de Octubre, resolvieron fundar el Club Sport Patria.

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Patria, después de haber superado momentos críticos que amenazaron su existencia de la mano de Papá Agucho, así llamado cariñosamente don Agustín Febres-Cordero Tyler, se coronó campeón de Guayaquil en 1942 y en 1944 repitió el éxito. Luego, cuando llegó la fundación de la Asoc. Guayas, en lo que se puede denominar los inicios del profesionalismo en el Ecuador en 1951, Patria fue campeón invicto en 1958 cuando cumplió 50 años de existencia y repitió el campeonato en 1959.

Entre los grandes jugadores de la historia del Patria están José María Jiménez Granados, los Merizalde, Jaime Carmelo Galarza, los Mawyin, los Saeteros, los Raymondi, Miguel Bustamante, Carlos Gambina, Alfredo Bonnard. Queda en el mundo de los recuerdos el equipo del Patria al que denominaban “Los caras sucias” del año 65. Luego empezó a oscurecerse de a poco su historia. Su último partido en primera categoría del campeonato nacional fue el 17 de febrero de 1971 en Ambato, cuando el Macará lo derrotó por 2 a 0. De ahí ha venido sobreviviendo en la segunda categoría.

Hay un hecho importante de ese largo peregrinar del equipo del Patria que me llamó la atención y he querido sobresalir en este editorial. Es el día que el gran Néstor Raúl Rossi se enfundó la camiseta del Patria.

Rossi es un histórico del fútbol argentino. Se fue constituyendo por su voz de mando en el eje de ese River Plate desde su debut en 1945. Volante de los que el 5 le lucía imponente por su corpulencia, temperamento, que hacía temblar ese sector de la cancha que la pisoteaba en cualquier potrero o cancha del mundo. Ya muy joven en 1947, con apenas 22 años cumplidos, era el amo y señor del puesto y titular indiscutible en la primera de River. Ese año tres jóvenes se convirtieron en las grandes revelaciones del fútbol argentino: Amadeo Carrizo, Néstor Raúl Rossi y Alfredo Di Stéfano.

Cuando la pelota llegaba a los pies de Pipo Rossi, el público callaba, como que se preparaba para escuchar el vozarrón del 5 argentino; mandaba, exigía a sus compañeros, sonriente pero altanero.

Néstor Raúl Rossi y Di Stefano jugaron en River Plate hasta agosto de 1949, porque sucedió lo inesperado. Luego de sufrir una prolongada huelga del fútbol argentino, les llegó una propuesta del Dorado colombiano para jugar en el Millonarios y sin hacer mucho ruido amanecieron en Bogotá, donde se convirtieron en leyendas.

La afición guayaquileña ya había tenido la oportunidad de verlo en 1947, cuando Ecuador organizaba por primera ocasión el Campeonato Sudamericano de Selecciones. Los partidos se celebraron entre el 30 de noviembre y el 31 de diciembre de 1947; participaron ocho selecciones, faltaron Brasil y Venezuela. Y por supuesto Argentina llegó como favorita; tenía en sus filas a una constelación de estrellas como Boyé, Méndez, Pontoni, Moreno, Loustau. Tanto Rossi como Di Stefano vinieron como suplentes. Argentina ganó el Campeonato Sudamericano en forma invicta. Rossi y Di Stéfano debutaron la noche en que Argentina goleó en el estadio Capwell a Bolivia por 7 a 0, entraron al cambio y demostraron sus cualidades. Como anécdota el 25 de diciembre de 1947, Argentina ganó 2 a 0 a Ecuador, con una gran actuación de Rossi. Cuentan los espectadores que asistieron y que colmaron el estadio que cuando la pelota llegaba a los pies de Pipo Rossi, el público callaba, como que se preparaba para escuchar el vozarrón del 5 argentino. Mandaba, exigía a sus compañeros; con una sonrisa pero altanero; ordenaba a su equipo y, cuentan, hasta al árbitro boliviano de apellido Álvarez, que le correspondió dirigir dicho partido.

A Rossi también se lo recuerda cuando en el Campeonato Sudamericano de Campeones, realizado en Chile en febrero de 1948, le tocó jugar por River Plate contra Emelec. El campeón argentino ganó 4 a 0; los diarios chilenos destacaron la brillante actuación de Rossi y de José Manuel Moreno.

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Mauro nos comenta que el 27 de diciembre de 1952 el principal directivo patricio, el añorado Fernando Lebed, cumplió su promesa y trajo a Néstor Raúl Rossi, para reforzar al Club Sport Patria ante el equipo de sus amores. Esa noche River llegó con sus grandes figuras como Carrizo, Walter Gómez, Ángel Labruna, Félix Loustau... El estadio se llenó. El público al ver al formidable Rossi vestido con la plomo y blanco lo vitoreó por algunos minutos, lo que obligó al argentino a dar una vuelta olímpica acompañada de besos del inmenso jugador y la ovación del aficionado guayaquileño. El partido lo ganó River por 3 a 2. El CS Patria se dio el lujo de tener en sus filas en una noche mágica al gran Néstor Raúl Rossi.

Rossi fue luego campeón sudamericano en Lima, en 1957; después fue al Mundial de Suecia en 1958. Ese Mundial significó la despedida de Rossi con su selección.

Por Guayaquil también se lo recuerda a Rossi en esa noche maravillosa cuando BSC derrotó al temible Millonarios, el 25 de agosto de 1949, con la presencia del presidente Galo Plaza: un partido muy recordado por el fin benéfico, que era recaudar fondos para los damnificados del terremoto de Ambato, del 5 de agosto de 1949.

Néstor Raúl Rossi se convirtió en un personaje muy querido por la afición guayaquileña y hoy hemos querido recordar esa noche inolvidable en la que uno de los mejores volantes centrales en la historia del fútbol argentino vistió la camisa plomo y blanca del CS Patria. (D)

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