Con un fuerte impulso, amén de dos títulos conseguidos en lo que va de la pretemporada, el joven futbolista español de padres ecuatorianos Diego Almeida Crespo comenzará el 22 de septiembre su sexta campaña liguera en las divisiones formativas del FC Barcelona.
El nacido en Rubí, Catalunya, marcó un golazo el pasado domingo en la final del torneo LaLiga Hope Cup, en Kunmíng, China, jugando para el Cadete A. Ya una semana atrás se proclamó campeón del certamen The Cup, venciendo en la final al Real Madrid C, en la localidad de Sant Pol de Mar, en Barcelona. Allí representó al Juvenil B.
Aquello hace presumir que el joven de 15 años pueda repetir lo que ha venido haciendo en las últimas temporadas: jugar una categoría por encima de la que le toca.
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“Este año, digamos, repite la categoría del año pasado, pero realmente la repite porque el año pasado estaba jugando una categoría por encima de la suya. El día que jugó su primer partido de la pretemporada, con el Cadete A, le informaron que se iba con el Juvenil B, que es un año por encima de su edad, a participar en The Cup”, explicó a EL UNIVERSO Jonathan Luque, agente del zaguero central.
La prensa catalana, que sigue de cerca la carrera de Diego, lo describe como un futbolista que tiene un “marcado estilo Barça” y “con claras expectativas de llegar al primer equipo”. Mundo Deportivo, por citar, le augura un gran futuro al chico de sangre ecuatoriana si mantiene su progresión.
Y ese es su sueño: seguir en La Masía, cumplir etapas y debutar algún día en el Camp Nou; como ya lo hizo Ansu Fati (nació en Guinea-Bissau), con solo 16 años, en la goleada blaugrana ante el Betis. No obstante, a Diego no lo quieren apresurar en su formación base, aunque “de momento va bien, saltando escalones, de dos en dos”, refiere su agente.
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“La idea del club es que Diego participe y esté entre el Cadete A y el Juvenil B, por eso es que jugó en The Cup, para probar un poco y ver cómo funcionaba”, agrega Luque.
Sus ídolos son el retirado Carles Puyol y Gerard Piqué.
‘No tiene miedo’
Su tío, Marlon Almeida, recuerda que cuando Diego vino por segunda vez a Ecuador, a la edad de 9 o 10 años, él pedía que lo llevaran a jugar fútbol. “No le daba miedo jugar con personas de 27 años. Solo quería hacer lo que le gustaba y lo sigue haciendo”.
El familiar también comentó que el muchacho "siempre se ha identificado con el azul y grana". Lo que más quiere es jugar con el primer equipo en el Camp Nou". (D)