28/03/2024

Germán Leguía: El Macará de 1988 era un equipo de maravilla

Domingo 01 de Septiembre del 2019

Germán Leguía: El Macará de 1988 era un equipo de maravilla

Macará es el equipo sensación del campeonato nacional 2019. Es puntero y cumple la mejor campaña de su historia. Y es esa ‘moda ambateña’, de color celeste, la que hace inevitable recordar la primera gran temporada del club, vivida en el ya memorable 1988, cuando se metieron entre los ocho mejores del año (divididos en dos grupos de cuatro cada uno. El líder de cada llave iba a la final). Ese Macará tuvo un formidable conductor en la mitad de la cancha: el peruano Germán Leguía, que a sus 34 año

Macará es el equipo sensación del campeonato nacional 2019. Es puntero y cumple la mejor campaña de su historia. Y es esa ‘moda ambateña’, de color celeste, la que hace inevitable recordar la primera gran temporada del club, vivida en el ya memorable 1988, cuando se metieron entre los ocho mejores del año (divididos en dos grupos de cuatro cada uno. El líder de cada llave iba a la final). Ese Macará tuvo un formidable conductor en la mitad de la cancha: el peruano Germán Leguía, que a sus 34 año

Macará es el equipo sensación del campeonato nacional 2019. Es puntero y cumple la mejor campaña de su historia. Y es esa ‘moda ambateña’, de color celeste, la que hace inevitable recordar la primera gran temporada del club, vivida en el ya memorable 1988, cuando se metieron entre los ocho mejores del año (divididos en dos grupos de cuatro cada uno. El líder de cada llave iba a la final). Ese Macará tuvo un formidable conductor en la mitad de la cancha: el peruano Germán Leguía, que a sus 34 años era un maestro sabio, con dos mundiales a cuestas (1978 y 1982) y un recorrido notable de un lustro por Europa. Al crack lo define así el periodista Antenor Guerra-García en su Seleccionario. Diccionario de jugadores de la selección peruana: “Volante cerebral, gran asistente de pases largos, plásticos, precisos, telegráficos. Fue un director de orquesta capaz de hacer maravillas en el campo”. Y el Bellavista lo comprobó, especialmente en una goleada 5-1 sobre Liga (Q), cuando convirtió un doblete. A Leguía lo emociona el Macará actual y a este Diario, el asesor de Universitario de Deportes, le revela su deseo de que Ambato festeje un título.

¿Está al tanto de la gran campaña de Macará?

Sí. Cuando puedo veo fútbol ecuatoriano. Vi al Macará en la Copa Libertadores del año pasado. Hoy su campaña en el campeonato es espectacular. Soy hincha de Universitario, de Lima, y mis otros clubes preferidos son Elche (España) y  Macará. Siempre me llaman periodistas ecuatorianos y eso me pone feliz porque la gente me recuerda. Eso es bueno.

¿Recuerda cómo se dio su vinculación al Macará?

Fue anecdótico. Yo volvía de Europa para jugar en Perú, pero salió la oportunidad de ir a Ambato y allá fui. Vi que era una ciudad chica, en relación con las que había estado, pero me cayó muy bien la gente y le dije a mi esposa ‘vamos a ver qué pasa’. De los equipos extranjeros en los que estuve en los que mejor me fue son el Elche y el Macará. Era impresionante la afición que tenía, la gente de Ambato amaba al equipo. La verdad es que la pasé muy bien allá.

¿De qué equipo venía?

Mi pase era del Colonia, de Alemania. Fui a Bélgica, a Portugal y de ahí a Lima para ver qué hacía porque había un inconveniente con mi pase. Entonces me llamaron de Ambato y fui allá. Hablé con los dirigentes de Macará y les dije del problema con el Colonia. Ellos hablaron con el Banco de Tungurahua, nos fuimos a Alemania y pagaron el pase. ¡Me impresionaron! Ahí me di cuenta de que me querían sí o sí. El cariño y la confianza que me dieron me hizo decidir. Me dije ‘la voy a pasar muy bien en Ambato’.

¿Pero quién lo contactó con los dirigentes ambateños?

Fue por intermedio del esposo de una cantante muy famosa de Guayaquil (Hilda Murillo). Él (Pío Cupello, ya fallecido) me llevó a Guayaquil, allá me dijo ‘mejor nos vamos a Ambato, tengo un contacto con Manolo Holguín (dirigente de esa época).

En 1988 le faltó poco al Macará para ser finalista.

Fue difícil. Barcelona, Emelec, El Nacional eran equipos muy fuertes. Macará realizó un campañón. Teníamos un gran equipo, pero nos faltó peso para poder levantar la copa. Recuerdo que (en la fase final) perdimos de visita con Liga y empatamos dos veces con Deportivo Quito. Creo que en esa época Macará no tenía el peso que tiene ahora. Mucha gente aún se acuerda de ese equipo de 1988. Siempre me dicen que era impresionante.

Jugó con Giovanny Mera, Milton Rodríguez, José Triviño, Ricardo Porras, Rodolfo Abalde, Jorge Alvear, Lucho Granda. ¿Tiene contacto con ellos?

Todos eran espectaculares, además me acuerdo de Ángel Buenaño (+) y de Juan Martín Caballero. He tenido muy poco contacto con ellos, no tengo redes sociales y sé que ellos se comunican por esa vía. Es una pena, pero los llevo siempre en el corazón. Ganábamos fuera de Ambato y jugábamos de maravilla.

Carlos Sevilla era el DT.

Él vino acá con un equipo ecuatoriano (no recuerda cuál) y entrenó al Cienciano. Sí he hablado con él. Hace unos tres años fue Universitario a jugar con Emelec y me encontré con él en el estadio. Sevilla era un fuera de serie como entrenador y como persona.

A Macará lo dirige Paúl Vélez, un ecuatoriano.

¡Al igual que cuando estuvo Sevilla! No sabía eso, pero me alegro. Ese es el éxito de los equipos, tener su identidad y me alegro y los felicito.

¿Qué sabía del fútbol nacional antes de venir?

Conocía porque jugué contra la Selección y contra clubes. Barcelona y Emelec venían mucho a Lima. Llegué en una muy buena época del fútbol ecuatoriano, espectacular. Me acuerdo de grandes jugadores como (Kléber) Fajardo, Hólger  Quiñónez, Luis Capurro, Carlos Luis Morales, Álex Aguinaga, Janio Pinto. Pero del Macará y de Ambato,  soy sincero, no conocía.

¿Después de esa campaña, por qué no fichó por un club grande de Ecuador?

Cuando salí de Macará fui a Aucas. Yo tuve contactos con Barcelona y Emelec tras la primera temporada. Mi esposa se sentía más cómoda en Quito. A mitad de ese año me llamó Universitario y por mis hijos volví a Perú. Habíamos vivido en ciudades grandes en Europa, pero en Ambato había paz, era familiar y tranquila.

En Ambato no lo olvidan.

Cuando me llaman periodistas, me dicen: ‘acá lo extrañan; ¿cuando viene?’ Quiero volver. Les mando saludos porque todos se portaron muy bien, de maravilla, como no se pueden imaginar.

¿Qué hace su compatriota Juan Martín Caballero, el goleador del Macará de 1988 (con 12 tantos)?

Está en Trujillo y dirige a las divisiones menores del club César Vallejo. Siempre conversamos y se acuerda cuando estuvimos en Macará.

¿Qué mensaje le manda a los ambateños y al Macará?

El cariño de siempre, los recuerdo toda la vida. Macará merece lo que está pasando. Su hinchada es impresionante, llenaban el estadio Bellavista, todo era un fervor. Toda la vida los voy a recordar.

¿Por qué no volvió?

Tengo una anécdota. Con Universitario estuvimos en la reinauguración del estadio de Emelec, en mayo de 1991, en un cuadrangular internacional. En el último partido vencimos a Independiente de Avellaneda 3-2 y me retiré del fútbol ahí. Entré al vestuario y le dije a Jorge Nicolini, el presidente: ‘Me retiro, ya estoy cansado. Lo hago con la camiseta de Universitario y Ecuador, en el país donde me fue muy bien’. Regresé a Lima a dedicarme  a los negocios. Pero me retiré en el estadio Capwell. (D)

 

Ojalá que Macará pueda ser campeón del 2019. La gente en Ambato lo apoya y se lo merece. Puede ser que me dé un salto por Ambato".

Germán Leguía, exvolante peruano del Macará

 

9

clubes en su carrera

Germán Leguía, nacido el 2 de enero de 1954, jugó en Perú para Municipal, Universitario y Sport Boys. En el extranjero para el Colonia, Elche, Beveren, Farense, Macará y Aucas.

Ver noticia en El Universo

Temas Relacionados: