03/05/2024

Carlos Sevilla comentó sobre sus buenos y amargos momentos en Deportivo Quito y los altos sueldos que generaron problemas

Lunes 15 de Junio del 2020

Carlos Sevilla comentó sobre sus buenos y amargos momentos en Deportivo Quito y los altos sueldos que generaron problemas

(Video) Con el entrenador, nacido en la ciudad Atuntaqui, Imbabura, los chullas volvieron a ser campeones en el 2008, acabando con su maleficio de 40 años sin dar una vuelta olímpica en el país. 

(Video) Con el entrenador, nacido en la ciudad Atuntaqui, Imbabura, los chullas volvieron a ser campeones en el 2008, acabando con su maleficio de 40 años sin dar una vuelta olímpica en el país. 

El nombre de Carlos Sevilla Dalgo forma parte de la historia de Deportivo Quito, club en el que se hizo conocer como jugador y técnico. Con el entrenador, nacido en la ciudad Atuntaqui, Imbabura, los chullas volvieron a ser campeones en el 2008, acabando con su maleficio de 40 años sin dar una vuelta olímpica en el país.

Un título que marcó el inicio de la mejor etapa del Quito, porque luego levantó los trofeos nacionales del 2009 y 2011; y también de una descomunal caída por la crisis dirigencial, deudas con el SRI y demandas de jugadores ante la FIFA, que lo enviaron a la segunda de Pichincha.

La clave para terminar con la sequía de títulos es que “se formó una familia, muchas veces tuve que ser enérgico y en otras ser el amigo que siempre he sido. Uno tiene que saber apretar y aflojar, eso es lo que hice en mi carrera", explicó Sevilla. "Transmitir valores y hábitos para que ellos pongan en práctica. Eso fue importantísimo”.

También reveló la estrategia para neutralizar a Liga de Quito, que en esa temporada había ganado la Copa Libertadores de América. “De lo que se habla de fútbol moderno, Deportivo Quito ya lo puso en práctica ese año. No con la tecnología de ahora, pero yo tenía una persona que me ayudaba para analizar la forma de jugar del rival. Dentro de ese estudio que yo le hice a Liga veía que en muchos partidos la pelota pasaba, en un 70 %, por los pies de Damián Manso; más o menos entre 80 y 100 toques. Ahí decido poner a un hombre que lo marque, para cortar el circuito y dejar a Liga sin fútbol. Yo no quería que sepa nadie, porque un solo comentario de mis jugadores podía llegar a conocimiento del rival. Estaba buscando al hombre más ideal, y al final me decidí por Michael Castro, le dije que no lo podía ni ver mal, que le sacarían tarjeta amarilla. Le enseñé para dónde y cómo jugaba Manso, eso entrenamos de una forma muy discreta, en los entrenamientos le hice marcarle de esa forma a Martín Andrizzi, que se fue encima, ya cansado, y le dijo que le iba a dar una foto. Yo le cambié y puse a Moreira, que también era zurdo, y así disimulé lo que iba a hacer con Michael. En la charla técnica distribuí solo diez jugadores, entonces les expliqué: hoy Castro no juega y Manso tampoco, serían los diez los que tenían que ganar ese partido”, dijo Sevilla, quien logró una victoria 3-2 a Liga (Q).

Y en ese mismo año, Sevilla vivió una amarga experiencia en el estadio Monumental antes del duelo contra el equipo de los $10 millones que habían conformado Eduardo Maruri y los hermanos Noboa Ycaza, Antonio y Luis, en Barcelona.

“Se prepararon e hicieron de todo en el camerino, poniendo pintura y candados. Yo ya estaba informado de la situación, mandé primero a los utileros y cuando llegué, rompí todo eso. Tuve pelea con policía y empleados del estadio, prefería cambiarme en el pasillo. Me fui al camerino que era el de Barcelona, porque ellos se habían cambiado de lado; al llegar rompí el candado y les dije que pasen a mis jugadores con tranquilidad. Eso permitió que se sientan fuertes y decididos, estábamos perdiendo uno a cero, empatamos con gol de Mamita Calderón, mantuvimos la diferencia y los dejamos fuera de competencia”, expuso durante un diálogo a través de Facebook Live.

Para la campaña del 2009 no lo ratificaron en el cargo y sobre esto comentó: “El sorprendido fui yo, porque estaba hablado. Yo estaba en la clínica y cuando salgo, escucho que se contrató a Nicolás Asencio, Daniel Mina y Ángel Escobar, entonces pregunté por ellos… Después, atando cabos, supe que el nuevo entrenador (Rubén Darío Insúa) estaba contratado en noviembre. Fue una muy mala idea, no sé de quién o quiénes. Yo conversé con el ingeniero Herrera y le había pedido que no renuncie porque la hinchada confiaba en él y se había recuperado la estabilidad que necesita el sponsor cuando apoya con su dinero, un tema familiar le impidió continuar y lastimosamente todo mi proyecto se quedó trunco. Mis jugadores duraron cinco años, esa base ayudó a los siguientes títulos, aunque el camino fue el equivocado. Nosotros teníamos un presupuesto de dos millones y medio de dólares. Lo que se necesitaba es contratar dos jugadores extranjeros, uno nacional y seguir. Las cosas buenas se tienen que emular y valorarlas, yo tenía en mente algo parecido a lo que hizo Liga hasta quedar campeón de la Copa Libertadores de América”.

“Pensé que me estaban haciendo chistes, con jugadores ganando cincuenta y sesenta mil dólares al mes. Pensé que eso era imposible, pero me dijeron que había personas e instituciones a nivel internacional que iba a apoyar; eso nunca llegó. Yo me peleé con un poco de gente que estaba en el club, como Zlatan Fernández, a su empresario le dije que era un asaltante, que no podía perjudicarle tanto al Quito con ese salario y ese valor del préstamo. Yo defendía al club, pero a nivel internacional, los empresarios comenzaron a hablar mal de mí”.

A su regreso en el 2010 se sorprendió por los elevados sueldos que pagaban en el Quito. “Pensé que me estaban haciendo chistes, con jugadores ganando cincuenta y sesenta mil dólares al mes. Pensé que eso era imposible, pero me dijeron que había personas e instituciones a nivel internacional que iban a apoyar; eso nunca llegó. Yo me peleé con un poco de gente que estaba en el club, como Zlatan Fernández, a su empresario le dije que era un asaltante, que no podía perjudicarle tanto al Quito con ese salario y ese valor del préstamo. Yo defendía al club, pero a nivel internacional, los empresarios comenzaron a hablar mal de mí”, comentó el técnico.

Y sobre el ocaso de los capitalinos, Sevilla detalló: “Hay un partido clave, en el que le ganamos 3-0 a Independiente del Valle. Eso nos permitió sumar, ganar otros partidos y salvar la categoría. Se pudo conseguir el objetivo, los jugadores pusieron mucho amor propio. Fue el reentré de Joselito Cobo, que pudo ayudarle al equipo en lo económico. Y después la misma historia: otra vez fuera del equipo. Ya en 2015 volví, pero ya no pudimos jugar por los problemas económicos y eso provocó el triste descenso”. (D)

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