20/05/2024

Denis Dau: Hoy me despido. Esta es mi última columna. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?

Martes 22 de Diciembre del 2020

Denis Dau: Hoy me despido. Esta es mi última columna. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?

No es tan fácil exponer ante los lectores la decisión de mi retiro voluntario del espacio de opinión que por más de 40 años me concedió Diario EL UNIVERSO.

No es tan fácil exponer ante los lectores la decisión de mi retiro voluntario del espacio de opinión que por más de 40 años me concedió Diario EL UNIVERSO.

No es tan fácil exponer ante los lectores la decisión de mi retiro voluntario del espacio de opinión que por más de 40 años me concedió Diario EL UNIVERSO, medio de comunicación que ha sido un puntal para el ascenso de mi vida profesional en el campo del deporte. Todo retiro deja huellas y asumir una ausencia frente a una máquina de escribir, como se estilaba antes, y ahora frente a una computadora, precisa de un fuerte carácter para encarar tal decisión.

Jamás olvidaré –y lo enfatizo con una indudable certeza– a quienes una vez leída esta columna expresaban sus testimonios y observaciones. Escribir ciertamente es un arte, como también es ético aceptar los pensamientos de otros. Con esa línea de conducta vertical arrancamos y hoy con esa misma dirección pongo mi punto final. Punto ortográfico letal.

¿Qué más le puedo pedir a la vida? Haber llegado con apenas dos años a esta heroica tierra ecuatoriana. Poder educarme aquí hasta obtener un título universitario como preparador físico; formar una familia con semillas –me refiero a mis hijos–; Dennis, Antoan y Denice, ser profesor por más de 35 años del glorioso Colegio Nacional Vicente Rocafuerte que en un periodo lectivo me consideró el mejor catedrático del plantel. En esa institución educativa fui varias veces director de Deportes y así nace la emblemática frase: ‘Donde hay una VR hay un campeón’. También agradezco que una escuela fiscal de Guayaquil lleve mi nombre.

¿Qué más le puedo pedir a la vida en el plano profesional? Haber sido designado director nacional del Deporte del país, un cargo con rango de ministro. Haber laborado con un buen número de equipos de fútbol profesionales y selecciones del país como preparador físico, y el privilegio de haber sido parte, como PF, del cuerpo técnico en dos selecciones de América.

¿Qué más le puedo pedir a la vida? Se hizo realidad la masificación del balompié con el Interbarrial de Fútbol de Diario EL UNIVERSO. El torneo fue ejemplo de cosecha de talentos del que clubes y selecciones que en todas sus categorías apuntalan sus respectivas nóminas hasta con 90 % de jugadores que dieron sus pasos iniciales en el mayor semillero de Ecuador. En el Interbarrial, en cada temporada, compiten más de 20.000 pequeños soñadores del esférico y por eso hoy la comunidad deportiva considera a este certamen un producto futbolístico que está inmerso en todos los hogares ecuatorianos. También me honra haber promovido, como voluntario, que Guayaquil tenga una de las mejores instalaciones del mundo: la Ciudad Deportiva.

Siempre he transitado con la gratitud, esa arista de urbanidad que jamás me he alejado en ningún segundo del huso horario. Hoy quiero extender el agradecimiento a Carlos Pérez Perasso, quien está reposando en el cielo, y a Ricardo Pólit, al igual en lo alto (siempre los recordaré). A Carlos, César y Nicolás Pérez, y a esos verdaderos amigos que son parte de mi vida.

¿Qué más le puedo pedir a la vida? Que a todos ustedes el Supremo Señor los bendiga. Me despido con un abrazo. (O)

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