De Alberto Spencer se ha dicho que “su figura morena está adherida para siempre” a la Copa Libertadores y de aquello no hay duda. Es el goleador eterno del más importante torneo continental de clubes (54 tantos), el trofeo que recibe el artillero de cada edición lleva, desde el 2009, su nombre.
Además, el ecuatoriano fue tres veces campeón de América con equipo que, por esos logros obtenidos en la década del 60, alcanzó notoriedad universal: Peñarol, de Montevideo. ‘El Peñarol de Spencer’, como se lo llama, como a Santos de Pelé o el Real Madrid de Di Stéfano.
En 1960, en la versión inicial de la Libertadores, el romperredes máximo fue el nacido en Ancón. Con 7 tantos, uno de ellos el de la victoria 1-0 en la final de ida contra Olimpia, se coronó de forma solitaria. En el torneo jugado 60 años después, otro tricolor registra su nombre como cañonero absoluto de la Copa: Fidel Martínez, con 8 para Barcelona.
Enrique Raymondi hizo 6 en 1962, los mismos que Spencer para Peñarol y Coutinho (Antonio Wilson Honorio) para el campeón Santos y los tres fueron los goleadores.
No es ecuatoriano, pero en 1970 el charrúa Francisco Bertocchi, delantero de Liga de Quito, hizo 9 goles y compartió con el argentino Óscar Más, de River Plate, el galardón de mayor anotador. En 1986 otro uruguayo, Juan Carlos de Lima, fue líder solitario de goleo, con 9 para Deportivo Quito.
En el 2006 hubo catorce jugadores con cinco tantos, entre ellos los tricolores Agustín Delgado y Patricio Urrutia, ambos de Liga, y Félix Borja, de El Nacional. En el 2012 el gaucho Matías Alustiza (D. Quito) y Neymar (Santos) hicieron 8 goles. (D)