El aumento de equipos aprobado por la FIFA a partir del Mundial de 2026 y los 10 partidos que México albergaría en dicho certamen han abierto la posibilidad de que muchos equipos poco protagonistas o sin experiencia en el actual formato sean los que jueguen en suelo mexicano, estelarizando partidos que nunca soñamos ver.
La plaza completa que la FIFA ofrece a Oceanía podría dejarnos ver cada cuatro años a Nueva Zelanda o a selecciones que llegan a plantarle cara a los All Whites, tales como Tahití (que ya compitió en la Copa Confederaciones) o Papúa Nueva Guinea, que actualmente se disputa el medio boleto para Rusia 2018.
Para la zona africana, se darán cuatro nuevas plazas. Sin embargo, hay que destacar que la actual fase eliminatoria arrojaría a equipos como Congo o Burkina Faso, por lo que bajo el nuevo formato Camerún y Sudáfrica (en este momento eliminados), selecciones que suelen ser animadoras, podrían llegar a México, pero ver a combinados como Gabón o Uganda no resulta del todo atractivo.
Europa tendrá 16 plazas, tres más que las de hoy, por lo que la buena noticia sería para Holanda que hoy está eliminada de la Copa del Mundo, pero ver a Bulgaria o Israel son garantía de entretenimiento.
Asia pasaría de 4.5 lugares -cuatro asegurados y uno que pelee el repechaje- a ocho, lo que abre la puerta a que equipos como Uzbekistán, Siria y Emiratos Árabes Unidos lograrían su clasificación al Mundial 2026.
En Concacaf, los seis equipos que disputan al hexagonal estarían compitiendo, sin embargo, de ganar la sede, hay que esperar la designación de plazas para la zona, pues México, Estados Unidos y Canadá, tendrían su clasificación directa, dejando los demás boletos en manos de Trinidad y Tobago, Honduras, Costa Rica, Panamá, Guatemala y Haití.
Finalmente, la zona de Conmebol le permitiría calificar a Argentina que actualmente se encuentra fuera, además de que un último boleto se lo pelearían entre Ecuador, Paraguay y Perú.