Frente a un Brasil que viene arrasando a sus rivales, Argentina apostará por un equipo que le dispute la tenencia y lo ataque. ¿Es la mejor idea?
Buenos aires, jueves 1 de junio de 2017. En su presentación como entrenador albiceleste, Jorge Sampaoli deja en claro lo que pretende de su equipo: "Lo primero que pensamos fue en armar un equipo que respete la historia del fútbol argentino. Una camiseta tan importante nos obliga a un protagonismo desmedido, como intentamos en cada equipo en el que estuvimos". Melbourne, jueves 8 de junio de 2017. Antes de enfrentar a Brasil en su debut al frente del equipo, el santafesino aclara: "No vamos a negociar el estilo. Más allá de que el rival sea importante, priorizamos imponer nuestra idea de juego".
Lo que se desprende de ambas declaraciones del santafesino es claro: Argentina saldrá a atacar a la Verdeamarela este viernes en Melbourne. Una estrategia que, todavía, nadie intentó contra el equipo de Tite, que pasó por encima a cada uno de los rivales que se le pusieron enfrente: desde la llegada del entrenador, tras la Copa América Centenario, el Scratch ganó por demolición los nueve partidos que disputó, con 25 goles a favor y solamente 2 en contra (incluido un inapelable 3-0 sobre la Albiceleste de Edgardo Bauza).
Para intentar ganar el partido desde el protagonismo, Sampaoli apostará por un equipo con una buena capacidad para la tenencia de pelota y muchos hombres de ataque. Si bien el DT no lo confirmó oficialmente, la línea de tres defensores (con José Luis Gómez siempre listo para acoplarse al fondo y formar una defensa de cuatro) le aportará al equipo una fuerte presencia en el mediocampo, para disputar el terreno donde Brasil genera todo su fútbol: en el 4-1-4-1 de Tite cuenta con mediocampistas que saben marcar pero no dudan a la hora de pisar el área rival, hombres de creación y dos laterales que se suman constantemente al ataque para generar situaciones de superioridad numérica.
Con Banega y Biglia para el quite y el juego, Di María y Gómez como amenazas constantes para las espaldas de los laterales rivales y Messi y Dybala preparados para explotar en cualquier salida rápida, Argentina buscará ganar la lucha de la tenencia.
"La Selección brasileña hoy juega muy parecido a lo que jugaba el Corinthians de Tite y eso es un mérito del entrenador. De ser un equipo que tenía muchas dudas, Brasil pasó a estar en el lugar que le corresponde", aseguró el entrenador argentino en su última conferencia de prensa. Y no se equivoca en lo más mínimo: el sistema táctico que tanto resultado le viene dando al Scratch es el que el DT gaúcho impuso en el Timao para ganar las Libertadores de 2012 y el Brasileirao 2015 y que lo llevó a ser el candidato obligado al banco del seleccionado. En menos de un año de trabajo, el técnico consiguió armar un equipo moderno, que le saca el jugo a las buenas cualidades técnicas de los jugadores y le permite ser letal cuando maneja la pelota y efectivo en la contra cuando intentan atacarlo.
Si bien Sampaoli nunca se enfrentó contra un equipo de Tite, lo conoce bien. Por estudiarlo y por admirarlo. Del otro lado sucede exactamente lo mismo: el técnico del Scratch respeta mucho al casildense y admira especialmente su capacidad de adaptar sus planteos según los rivales. La de Melbourne será una batalla táctica: el dinamismo ofensivo del argentino contra la máquina moderna del brasileño. Quien logre imponer sus condiciones, tendrá todo para salir victorioso.