El pasado sábado, el FC Barcelona publicaba al fin la foto que tanto ansiaban sus aficionados, la del argentino Leo Messi estampando su firma en el contrato que garantizará su permanencia en el cuadro catalán hasta prácticamente el ocaso de su carrera profesional (junio de 2021).
Una vez ha podido cerrar este capítulo, que se ha dilatado mucho más de lo que cabía esperar, la directiva del combinado culé ya puede centrar sus esfuerzos en otra de las grandes tareas aún pendientes: la contratación de un nuevo centrocampista de marcado carácter ofensivo que pueda ir convirtiéndose en algo así como el sucesor de Andrés Iniesta.
En este sentido, el gran objetivo de la entidad sigue siendo Philippe Coutinho. De hecho, una información de Mundo Deportivo acaba de asegurar que el Barça está dispuesto a realizar un último esfuerzo para reclutar al canarinho durante el próximo mercado invernal. Aunque el Liverpool no termina de cooperar, en el Camp Nou creen que sus directivos acabarán cediendo ante el convencimiento de que si dejan pasar esta oportunidad tal vez no se topen con otra que les permita obtener tal rendimiento con la venta de un futbolista.
Si las negociaciones con los reds no prosperan, el equipo blaugrana activaría su plan B. Éste tiene como protagonista a Mesut Özil, un jugador que podría recalar en la Ciudad Condal por una cantidad mucho más baja (acaba contrato en junio y el Arsenal no podrá presionar mucho), pero que no termina de generar unanimidad en el barcelonismo. Su pasado madridista, su tendencia a la dispersión, su ajetreada vida lejos de los terrenos de juego o su edad (29 años) resultan serios hándicaps para este jugador que, por otra parte, posee un indiscutible talento con el balón en los pies.