28/03/2024

Hacienda investiga los pagos del Barcelona a la Fundación Messi

Viernes 12 de Enero del 2018

Hacienda investiga los pagos del Barcelona a la Fundación Messi

Hacienda de España no ha cerrado su investigación sobre los pagos del Barcelona a la Fundación Leo Messi.

Hacienda de España no ha cerrado su investigación sobre los pagos del Barcelona a la Fundación Leo Messi.

El 28 de abril de 2016, Hacienda se presentó por tercera vez en las oficinas del Barcelona. La inspección general al club, que había comenzado en enero, dejó clara en esa tercera cita su interés por los pagos del Barça a la Fundación Leo Messi (FLM) entre 2010 y 2013. ¿Eran los donativos parte del salario de Leo Messi? La duda era razonable, ya que las aportaciones estaban directamente vinculadas al jugador: había un bonus si ganaba el Balón de Oro y las retribuciones terminaban si el argentino dejaba de formar parte de la plantilla. Esa duda llevaba a otra: ¿habían cumplido el club y la fundación con sus obligaciones fiscales? Frente a los altos impuestos que tanto una empresa como un futbolista deben pagar por un salario millonario como el de Messi, las donaciones se benefician de considerables deducciones fiscales. Para ello, además, es necesario que la entidad que recibe el dinero esté registrada. Aunque se creó en abril de 2007, la Fundación Leo Messi no se registró definitivamente hasta junio de 2013. Pese a ello, los documentos de Football Leaks, obtenidos por Der Spiegel y a los que ha tenido acceso EL MUNDO como miembro de la red EIC, muestran que durante esos años el Barcelona le pagó, al menos, 7.5 millones.

Según uno de los asesores de la entidad azulgrana, era «altamente previsible» que esa relación entre el club y la Fundación Leo Messi fuera considerada un delito contra Hacienda. Fuentes próximas a la investigación confirmaron a EL MUNDO que la inspección sigue abierta.

¿Donaciones «remuneratorias»?

Al poco de iniciarse las pesquisas, el riesgo para el club y la Fundación Leo Messi era evidente. Los inspectores cuestionaban por qué los pagos habían sido registrados como «servicios de profesionales independientes» si la fundación estaba vinculada a personas con las que el club mantenía relaciones contractuales y, directamente, si habían sido «remuneratorios». La preocupación en el club era comprensible. Según los documentos de Football Leaks, durante años el Barcelona había considerado esos pagos como aportaciones a una fundación y, en línea con las ventajas fiscales de las donaciones a estas entidades, aplicó una deducción del 35 por ciento en el Impuesto de Sociedades y no retuvo el IRPF. Pero si Hacienda acababa estimando los pagos como parte del sueldo de Messi reclamaría las cantidades escatimadas en ambos impuestos. Y podría estimar que ambas partes tuvieron intención de defraudar.

El inicio de la inspección, de hecho, cambió la forma de relacionarse del club y la fundación. En cuanto Hacienda empezó a investigar a la entidad del argentino, el Barcelona informó de ello al padre y agente del jugador, Jorge Messi, y las reuniones entre ambas partes se sucedieron. Con los abogados y fiscalistas del club volcados, la primera decisión fue congelar las donaciones directas. Cuando se reanudaron, se hicieron ya sin deducciones y con una retención por IRPF del 45 por ciento; es decir, considerándolas parte del salario. De cara a Hacienda, el club plasmó la decisión en una 'carta de acompañamiento del certificado de retenciones complementario del IRPF de 2016' dirigida a Messi. En ella informaba al jugador de «una serie de cuestiones» que «podrían tener incidencia en sus obligaciones fiscales en España» y de las actuaciones con «la única finalidad de eliminar riesgos tributarios». Desde el principio estuvo claro que los gastos para eliminar esos riesgos correrían a cargo del club.

Seis años en el limbo

Aunque, dentro del caso, a la cuestión fiscal se añadían dudas en torno al registro de la fundación. En enero de 2007, Messi, ya titular en el equipo, renovó su contrato con el club con una mejora sustancial. Unos meses después, su padre creó la Fundación Leo Messi para «asistir a menores de edad [...] en sufragar gastos médicos en general». Su creación tuvo lugar ante notario el 2 de abril de 2007, donde también se conformó su patronato inicial: el jugador como presidente; su hermano Rodrigo y su padre como vocales y el abogado Íñigo Juárez como secretario.

Pese a ese acto oficial, su inscripción en el Registro de Fundaciones de la Generalitat -trámite necesario para tener entidad jurídica- no se realizó definitivamente hasta el 6 de junio de 2013, seis días antes de que se conociera la denuncia de la fiscalía contra los Messi, denuncia que acabaría en condena por delito fiscal para el jugador y también para su padre.

En los seis años que pasaron desde su constitución hasta su registro, la Fundación Leo Messi fue una entidad en un limbo legal. Aunque la labor social debía ser ya su razón de ser, la obligación económica no le aplicaba, como tampoco era factible, ni ella misma ni sus donantes, que disfrutara de los beneficios fiscales de una fundación.

12.5 millones del Barcelona y la FFCB

Eso no fue óbice para que la Fundación Leo Messi recibiera supuestas donaciones del Barcelona desde, al menos, 2010. A partir de entonces, cada renovación de Messi estuvo acompañada de un nuevo compromiso de pagos a su fundación. Así lo expone el informe encargado para evaluar los riesgos fiscales del club por esas partidas. Y así lo confirman los libros de contabilidad a los que ha tenido acceso EL MUNDO, que muestran las dos vías por las que fluía el dinero desde el Barcelona hasta el jugador: por un lado, los mencionados pagos del propio club a la FLM, en el foco de Hacienda; por otro, un convenio con la Fundación Futbol Club Barcelona (FFCB), que suponía 500 mil euros adicionales casi cada año.

La FLM recibió al menos 12.7 millones del Barcelona y la FFCB entre 2010 y 2016. Y aunque ya en el primer convenio de colaboración, firmado el 17 de noviembre de 2009, se establecía que la fundación debía proporcionar memorias anuales al club, los documentos analizados indican que ese compromiso no se cumplió. Sólo en julio de 2016, cuando la inspección de Hacienda llevaba seis meses abierta, el Barcelona recibió un correo confidencial con las memorias de 2010, 2011 y 2012.

Grandes cantidades hacia Argentina

Para ser considerada una fundación y beneficiarse de las ventajas fiscales correspondientes, una fundación debe dedicar al menos el 70 por ciento de sus ingresos a los fines para los que fue creada, en un plazo de cuatro años tras recibir esos ingresos. En las cuentas consultadas se acumulan las lagunas de información y los gastos sospechosos, mientras que las partidas destinadas a su labor social parecen insuficientes. Como publicó el diario ABC, la fundación del argentino gastó cantidades desorbitadas en asesorías externas y alquileres sociales, así como 550 mil euros en «obras de mejora y acondicionamiento de la sede de la fundación», un local en alquiler en la avenida Diagonal de Barcelona. Además, ha enviado grandes cantidades de dinero a su delegación en Argentina, una entidad hoy independiente de la matriz.

Consultado por la red de periodismo EIC, el Barcelona afirmó que «todos los pagos» que ha realizado a la Fundación Leo Messi en estos años «se han realizado con el animus donandi necesario en una donación». «Las interpretaciones que un medio de comunicación pueda hacer de esas donaciones no cambia eso en absoluto», respondía el club. Por su parte, Jorge Messi, en nombre también de su hijo, aseguró: «Mi hijo y yo cumplimos con nuestras obligaciones fiscales. Cualquier pago realizado por el FCB o por Lionel Messi ha sido gravado según la ley y el criterio de las autoridades españolas».

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