Allá por el 2015, Martha Hildebrandt, en su espacio del diario El Comercio El Habla Culta, definía como pichanga a un “partido informal de fútbol”. Y efectivamente eso es.
¿Quién no se juega una pichanga al menos una vez por semana? En el peor de los casos y dependiendo la edad, una vez al mes quizá. Eso sí, cuando uno es joven y está en la época escolar prácticamente se da todos los días.
La pichanga, aún una jerga peruana, se ha prolongado a través del tiempo, pero en otros países no se denomina de esa manera.
El sitio web Apuntes de Rabona hizo un recuento de cómo se le llama en otras partes del continente y vaya que hay más de una sorpresa.
Perú y Chile: pichanga
México: cascarita
Argentina: picado
Paraguay: partidí/futbolcacho
Brasil: pelada
Venezuela: caimanera
Guatemala: chamusca
