La cuerda que une a Unai Emery con el París Saint-Germain está a punto de romperse. La dolorosa derrota ante el Real Madrid del pasado miércoles y, en especial, algunas de las decisiones tomadas por el técnico vasco en los últimos tiempos han provocado que la relación se torne casi insostenible y que ni siquiera una remontada ante los de Chamartín garantice su continuidad al frente del equipo la próxima temporada.
Tal y como cuenta L’Equipe, a la directiva no le ha gustado la forma en la que el preparador ha arrinconado a Thiago Silva. Aunque es cierto que el canarinho no se encuentra en su mejor momento, los dirigentes creen que el vasco debía de haber gestionado de otra forma el relevo del que en los últimos años ha sido capitán de la entidad.
Igualmente, a las altas esfera del PSG no les ha parecido bien ni la presencia de Giovani Lo Celso en el once inicial del último choque de Champions League ni el cambio de Thomas Meunier por Edinson Cavani ni el hecho de que jugadores como Lass Diarra y, en especial, Ángel di María quedasen relegados a un segundo plano en ese choque.
Por último, en la lista de argumentos que podrían terminar justificando su destitución figura el de el excesivo protagonismo que está adquiriendo su hermano Igor, al que se le suele ver ejerciendo casi de guardaespaldas del entrenador en las ruedas de prensa y quien no duda en hablar con los medios para defender a Unai siempre que tiene ocasión.