Una pérdida de balón terminó siendo la peor pesadilla posible para la Roma. Aún dominando el partido y llegando con peligro al arco defendido por Loris Karius, el cuadro de Eusebio di Francesco terminó sufriendo un duro golpe cuando Sadio Mané se encargo de convertir el primer tanto del encuentro que tenían contra el Liverpool en la disputa de las semifinales de la UEFA Champions League.
Un mal pase del mediocampista belga Radja Nainggolan en su propio campo terminó en los pies de Roberto Firmino, que inició un contraataque aprovechando la superioridad numérica que tenía su equipo. Después de avanzar unos metros, le cedió la pelota a Mané, que en el área no perdonó y marcó la primera diana del compromiso.
Con un remate cruzado con su pierna izquierda, el delantero de 26 años batió la valla resguardada por Alisson Becker ante un achique que le dio poca o ninguna dificultad para definir. Sacando provecho de su velocidad, el futbolista africano supo ocupar el espacio a las espaldas de los zagueros centrales de la Roma y le dio la ventaja al Liverpool con menos de 10 minutos disputados en el cotejo.
