18/04/2024

La noche de Benzema y Keylor Navas

Jueves 03 de Mayo del 2018

La noche de Benzema y Keylor Navas

No me gustó el Real Madrid. Me gustaron su sacrificio, el coraje de sus centrales, el aguante. Pero no me gustó su juego ante el Bayern.

No me gustó el Real Madrid. Me gustaron su sacrificio, el coraje de sus centrales, el aguante. Pero no me gustó su juego ante el Bayern.

Madrid -

Fue tremendo, como suele ocurrir con el Bayern Munich. Fue tremendo soportar esa fuerza ciega del Bayern, ese ataque incesante, con el corazón en un puño. Fue tremendo para el Madrid y lo fue para el Bayern, que más no pudo hacer y se queda fuera, por el fallo tremendo de su portero en la cesión de Corentin Tolisso y por las paradas formidables del costarricense Keylor Navas, que compensó largamente su fallo ante la Juventus.

Y tremenda la redención de Karim Benzema, que tan hartos nos tenía a tantos, y que el miércoles se fue con dos y con récord de balones recuperados. Se retiró exhausto pero feliz, recibiendo una ovación de clamor cuando dejó paso a Bale.

Pero no quiero seguir sin decir que no me gustó el Madrid. Me gustaron su sacrificio, el coraje de sus centrales, el aguante. Pero no me gustó su juego. Sin Casemiro hubo el consabido boquete entre la media y la delantera alemanas, y lo aprovecharon. Además, Luka Modric jugó muy a la derecha, desgastándose demasiado en una tarea de ‘prelateral derecho’, tapando a David Álaba y protegiendo a Lucas Vázquez, que se enfrentaba a Franck Ribéry. En realidad, el partido fue de una sola dirección, desde el principio hasta el final, con un Bayern tremendo, incesante en su juego, bien manejado por James (hasta que Jupp Heynckes le quitó) y por Thiago.

Hubo esfuerzo, hubo coraje y hubo suerte. Suerte en que el árbitro Cüneyt Çakir no viera la mano de Marcelo antes del descanso, y más suerte todavía cuando, a la vuelta del mismo, Tolisso cedió un balón a su portero, que primero pensó recogerlo con la mano, recordó que no podía y cuando quiso enmendar se hizo un nudo.

Ni eso, que era el 2-1, desanimó al Bayern, que dejó 22 remates, once de ellos a portería, once córneres y una posesión del 60%. Un partidazo sin premio. La flor de Zidane, la magia del Bernabéu en Champions, la inspiración de Benzema, los reflejos de Keylor... Con eso se ha metido el Madrid en la final de Kiev, sufriendo un horror. (O)

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