Los ataques se produjeron dentro de los vestuarios y pillaron por sorpresa a los jugadores. Los que se llevaron la peor parte fueron el holandés Bas Dost y los argentinos Marcos Acuña y Rodrigo Battaglia, así como el técnico, Jorge Jesus.
Ha sido uno de los incidentes más tensos vividos en la historia del club portugués, que vive una crisis deportiva tras quedar fuera de los puestos de Champions y por la tensa relación entre la plantilla y el presidente. Los futbolistas estaban conmocionados y algunos se plantean rescindir su contrato con la entidad y no jugar la final de Copa del Domingo.
El entrenamiento de este miércoles fue suspendido ante la gravedad de lo ocurrido.
Las instalaciones sufrieron numerosos daños ya que los encapuchados entraron con antorchas. Según el Gobierno portugués la policía ha detenido a una veintena de personas en relación con este incidente, que ha acaparado la atención de la prensa deportiva internacional.
Tras conocerse la noticia, la indignación se desató entre los aficionados del Sporting, que se manifestaron el martes por la noche cerca del estadio José Alvalade para mostrar su apoyo al equipo.