No está dejando el Mundial de Rusia a ninguna selección de juego rutilante y que ya cuente con una ventaja con respecto al resto debido a su buen juego. Si bien es cierto que España dejó un buen poso frente a Portugal y tanto México como Croacia brillaron en sus victorias ante Alemania y Argentina, ninguno de los equipos se ha mostrado netamente superior al resto.
Tuvo también buenos minutos la selección de Brasil en su debut en este Mundial. Fue ante Suiza el pasado domingo y el combinado dirigido por Tite dejó clara su propuesta en los primeros 30 minutos en el choque frente a Suiza. Sin embargo, con el paso de los minutos la canarinha se fue disolviendo hasta tal punto que los helvéticos se llevaron un punto.
Se presentaba este choque hoy para los brasileños como una oportunidad para dar un paso al frente y reafirmar su candidatura. Enfrente se encontraba una Costa Rica que perdió en el primer partido de la fase de grupos ante la Serbia de Sergej Milinkovic-Savic y de caer se encontraría con un pie fuera a la espera de lo que hicieran los balcánicos ante la ya citada Suiza en unas horas. Pero Brasil no está bien. Uno de los principales motivos es el bajo estado de forma de Neymar. Pese a la indudable calidad del futbolista del Paris Saint Germain su estado físico está muy lejos del esperado. De esto son conscientes los rivales, que se muestran confiados a la hora de robarle el balón y apenas le permiten jugar. Si a esto unimos una sucesión constante de faltas sobre él, las apariciones con peligro del exfutbolista del Santos en la primera parte se pueden contar con los dedos de una mano.
Brasil tarda 45 minutos en despertar
Durante la primera mitad el juego de Brasil fue tremendamente lento. Parecía que los futbolistas de la canarinha estaban metidos hasta la cintura en una ciénaga en la que apenas podían moverse. Atenazados, dos o tres marchas por debajo de lo que hubiera sido deseable, Costa Rica apenas tenía dificultades para frenar a los de Tite mientras lanzaba algunas contras con peligro gestionadas a la perfección por un Bryan Ruiz inconmensurable que fue el mejor de los ticos en los primeros 45 minutos. Brasil focalizaba sus embestidas en el costado zurdo a la espera de una genialidad del citado Neymar y las irrupciones del imprevisible Marcelo.
FIM DE PAPO! Termina o primeiro tempo aqui em São Petersburgo e a partida segue sem gols #WorldCup 0-0 | #BRAxCRC pic.twitter.com/zzErQjf96W
— CBF Futebol (@CBF_Futebol) 22 de junio de 2018
Con 0-0 en el marcador, 45 minutos por delante y la posibilidad de perder hoy mismo el primer puesto del grupo en caso de una victoria de Serbia, la selección brasileña salió con renovados bríos del túnel de vestuarios. Con Douglas Costa en el campo ocupando el hueco de Willian y todos los jugadores mucho más activos, Brasil dispuso de una doble ocasión en el minuto 48, primero con un cabezazo de Gabriel Jesús al larguero y más tarde con un tiro de Coutinho que acabó en córner despejado por un defensa. Los de Tite eran conscientes de la importancia de alzarse con la victoria y recordaban a ese equipo que metió en su área a Suiza en los últimos cinco minutos del primer choque.
Costa Rica trabajaba bien físicamente en defensa pero las ocasiones seguían sucediéndose. Keylor Navas salvaba un gol de Neymar en el minuto 56 y en el 57 paraba un tiro lejano de Coutinho. Al igual que sucedió ante Serbia, el guardameta de los ticos daba vida a los suyos y volvía a erigirse en pieza clave. Pero Brasil había cambiado. El ritmo cansino de la primera mitad había mutado hasta convertirse en un ataque incesante, una suerte de gota china sobre la portería costarricense. En el 67 Tite daba un nuevo impulso al ataque prescindiendo de Paulinho y dando entrada a Firmino, por lo que Casemiro era el único ancla y cinco jugadores de perfil ofensivo por delante. Coutinho enlazaba con una línea de tres compuesta por Neymar, Douglas Costa y Firmino, dejando a Gabriel Jesús en punta.
Pero ni con esas. El tiempo seguía avanzando y el empate a cero seguía en el marcador. La posesión, netamente brasileña, no se traducía en gol y los nervios de la torcida en las gradas iban in crescendo. Pudo Neymar evitar sufrimientos en el minuto 71 cuando un lanzamiento suyo se escapaba por centímetros del gol. El que es considerado tercer mejor jugador del mundo hundía su cara en la camiseta. Pese a su estado físico el 10 brasileño daba muestras de su personalidad y ambición: Pedía la pelota, encaraba y ordenaba a sus compañeros en pos de la victoria. Ésta pudo llegar desde el punto de penalti después de un penalti que precisamente se inventó Neymar pero el VAR acertaba desmontando el teatro.
Hubo que esperar. Sin embargo, el gol terminó llegando. Fue en el primero de los seis minutos de añadido. Una combinación entre Firmino Gabriel Jesús y Philipe Coutinho acababa con el futbolista del FC Barcelona introduciendo el balón en la portería de un cariacontecido Keylor Navas que al igual que sucedió ante Serbia volvía a ver como su gran actuación no obtenía recompensa. Ya con el rival totalmente lanzado al ataque la canarinha ampliaba todavía más su ventaja con un tanto de Neymar que empujaba a la red una asistencia de Douglas Costa para poner el 2-0. Brasil peleará por la primera plaza en la última jornada mientras Costa Rica certifica su adiós a un Mundial donde ha merecido más.
MVP | Un muro llamado Keylor Navas
Protagonista ya en el primer partido de fase de grupos en el que dio vida a los suyos frente a Serbia después de una serie de más que notables paradas, el guardameta de Costa Rica se está erigiendo en uno de los grandes guardametas del Mundial, tal y como ya se encargara de hacer hace cuatro años en tierras brasileñas.
Mientras todos los ojos están puestos de David de Gea, Thibaut Courtois o Allison, el costarricense ha frenado hoy prácticamente todas las acometidas de la selección de Brasil convirtiéndose en un muro que los Neymar y compañía han tarado más de 90 minutos en superar. Pero ni por esas. Y es que pese a sus dos buenos partidos, el jugador del Real Madrid no ha podido impedir que los suyos hayan caído eliminados.