Brasil se presentaba en el último choque de la fase de grupos con la casi obligación de tener que superar a Serbia para evitar que su clasificación para octavos quedase a expensas de lo que ocurriese en el Suiza-Costa Rica. La empresa no tenía pinta de resultar sencilla, ya que su rival también ansiaba el triunfo y contaba con un margen de error aún más pequeño.
Consciente de esa dificultad, el conjunto canarinho saltó al campo dispuesto a llevar el peso del juego y a provocar que el cuadro balcánico tuviese serios problemas para salir de su parcela defensiva. Su plan apuntaba maneras, pero tras la inoportuna lesión de Marcelo, que tuvo que dejar su sitio a Filipe Luis (minuto 10), los de Tité perdieron algo de fuelle y permitieron que la posesión comenzase a quedar más repartida.
Para ver la primera ocasión verdaderamente clara de Brasil tras los escarceos iniciales hubo que esperar hasta el minuto 24. Neymar, que hasta ese momento apenas había tenido incidencia en el choque, se encontró con un balón rebotado dentro del área, pero su disparo bien dirigido fue desviado con acierto por Vladimir Stojkovic. Esta acción evidenció, eso sí, que la zaga serbia no terminaba de estar plenamente concentrada, una impresión que quedó confirmada 10 minutos después cuando Paulinho aprovechó un hueco entre los dos centrales para transformar en gol un sensacional pase de Philippe Coutinho.
¡Se adelanta Brasil!
Pase milimétrico de @Phil_Coutinho en largo, y @paulinhop8 aprovecha el bote para marcar por alto.#SRBBRA #Rusia2018 pic.twitter.com/npnluXL5pO
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Tras encajar este tanto, a Serbia no le quedaba más remedio que dar un paso adelante. El problema es que este esperado arreón no llegó hasta el minuto 60, justo después de una acción en la que Stojkovic tuvo que volver a intervenir con acierto para evitar el gol de Neymar. Encima, cuando parecía que el empate podía llegar y cuando Alisson comenzaba a dar síntomas de no estar demasiado entonado, Thiago Silva aprovechó un córner botado desde la izquierda para imponer su jerarquía y lograr, esta vez sí, el 0-2.
El gol sentenció al combinado de Mladen Krstajic. El equipo que había dejado tan buenas impresiones en el estreno ante Costa Rica y que había peleado con orgullo ante Suiza se diluyó casi por completo y quedó a merced de un conjunto sudamericano que, eso sí, tampoco quiso hacer sangre y fue dejando que los minutos se consumiesen sin más con la tranquilidad de que su presencia en octavos, ronda en la que le espera México, estaba garantizada.
MVP | Paulinho, el trabajador necesario
En una selección cargada de talento y en la que, en ocasiones, se echa de menos mayor capacidad de sacrificio, el trabajo de Paulinho resulta indispensable. El centrocampista del FC Barcelona cubre su zona y la de aquellos compañeros más preocupados en atacar que en defender y, encima, siempre que tiene oportunidad se asoma al ataque con eficacia.
Suiza se "conforma" con el segundo puesto
Aunque había alcanzado este último partido como segunda clasificado, Suiza podía presumir de ser el equipo más competitivo y solvente del Grupo E. Los helvéticos venían de firmar un meritorio empate ante Brasil, en un choque en el que nunca parecieron inferiores, y de obtener un más que convincente victoria ante Serbia tras un partido en el que comenzaron perdiendo. Por eso, y porque su rival, Costa Rica, no había sumado ni un solo punto y se había quedado sin opciones de colarse en octavos, el partido se antojaba bastante asequible para los de Vladimir Petković.
Esa era la teoría, la realidad, en cambio, fue otra bien distinta. Y es que, aunque Xherdan Shaqiri quiso tirar de los suyos en el arranque, fueron los ticos quienes comenzaron achuchando. De hecho, entre el meta Yann Sommer, que realizó tres formidables intervenciones, y el larguero evitaron que el combinado centroamericano alcanzase el 20 de juego con ventaja en el marcador.
Pero como el fútbol suele ser así, fue el equipo que menos lo estaba buscando el primero en encontrar premio. En una de las pocas acciones potables el conjunto europeo, el centrocampista Blerim Dzemaili acabó empotrando en el fondo de la red una jugada en la que habían participado con acierto Shaqiri, Stephan Lichsteiner y Breel Embolo (minuto31). El gol hizo mella en la ilusión de Costa Rica, un combinado que se jugaba poco más que el honor y que comenzó a ceder metros en favor de una Suiza que, de repente, recuperó la confianza que apenas había exhibido hasta entonces.
#SUI 1-0 #CRC@dzemaili86 define sin marca desde adentro del área para adelantar a Suiza#SUICRC #Rusia2018 pic.twitter.com/FtCPfwvTTc
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Tras el paso por vestuarios, los ticos reaccionaron y volvieron a tirar de orgullo. Y a diferencia de lo ocurrido en el primer acto, esta vez su insistencia sí que logró premio. En un córner botado desde la derecha, el zaguero Kendall Waston se elevó más que nadie y cabeceó el balón al fondo de las mallas para establecer la igualdad en el marcador (minuto 56).
Aunque tenía motivos para sentirse inquieto por la actitud beligerante de un rival que no estaba dispuesto a tirar la toalla y que amenazaba con derrotarle con todo merecimiento, el cuadro suizo se aferró al hecho de que Brasil estaba derrotando con más o menos comodidad a Serbia y se conformó con mantener el tipo y dejar pasar los minutos con una cierta tranquilidad. Sólo la entrada en escena de Josip Drmic, sustituto de un desaparecido Mario Gavranovic, logró romper la dinámica, ya que tras estampar un cabezazo en el larguero a 10 minutos para el final el mismo jugador fue capaz de hacer el 2-1 casi al filo del 90 tras una buena internada de Zakaria.
Pero como el fútbol no quería ser del todo injusto con Costa Rica, en una acción casi intrascendente en tiempo de prolongación, el árbitro señaló penalti por caída de Joel Campbell dentro del área. Bryan Ruiz transformó la pena máxima y se encargó de sellar un definitivo empate a 2 que permite a los de Óscar Ramírez volver a casa con al menos un punto y que obliga a Suiza a pasar como segunda de grupo y a medirse en octavos a la correosa Suecia.
MVP | Yann Sommer evita los agobios
Aunque el marcador de este partido acabó siendo intrascendente por lo ocurrido en el Serbia-Brasil, lo cierto es que el arquero helvético resultó decisivo para que su selección mantuviese la portería a cero durante el primer tiempo y no tuviese que vivir el segundo periodo con una cierta sensación de incertidumbre. En los dos goles de Costa Rica poco, o nada, pudo hacer.
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