En apenas cuestión de horas, el central holandés Matthijs de Ligt se convertirá en nuevo jugador de la Juventus. De esta forma se pondrá fin a un largo culebrón en el que también ha jugado un papel más que relevante uno de los grandes clubes de la Liga española, el FC Barcelona.
Los culés han peleado su fichaje hasta el último momento. Aunque desde hace semanas son conscientes de que el jugador ha dado el ok a la oferta remitida por la vecchia signora, su directiva se planteó la posibilidad de lanzar un último y desesperado intento tras constatar que a la Juve le estaba costando más de la cuenta alcanzar un definitivo acuerdo económico con su club, el Ajax de Ámsterdam.
El presidente azulgrana, Josep María Bartomeu, llegó a ponerse en contacto con el futbolista para fomentar una última reunión, pero sus intenciones quedaron en nada cuando su agente, el mediático Mino Raiola, dejó claro que el encuentro solo tenía sentido si el Barça se comprometía a subir su oferta salarial hasta los 10 M€ netos por curso que le garantizaba el combinado italiano. Igualmente, el representante insistió en que su comisión en ningún caso podría bajar de los 11 M€.
La firme postura de Raiola resultó decisiva para que, según añade Mundo Deportivo, el mandatario catalán cejase en su empeño y enterrase la opción de reunirse con el central. Bartomeu, que entiende que un jugador de 19 años, por muy bueno que sea, no puede ganar más que futbolistas que llevan ya muchos años en el Barça, concluye el rotativo.