Ousmane Dembélé fue el que primero acabó con las dudas. Empieza su tercera temporada y sigue empeñado en triunfar en el FC Barcelona, que pagó hace dos años una gran suma por él. Las lesiones y su modo de vida le han impedido tener la continuidad deseada, pero ahora deberá dar el máximo porque será mirado con lupa.
Para empezar por sus propios compañeros, al haberse negado a ir al PSG para facilitar el desembarco de Neymar. El galo lo tendrá más difícil que nunca porque apunta a cuarto delantero de la plantilla, pero para Ernesto Valverde es una buena noticia al contar al fin con un atacante suplente de garantías, y al que además apretarán bien los canteranos Ansu Fati y Carles Pérez.
Es lo que afirma hoy el diario Sport, que revisa la situación en la que queda el delantero y también su compañero Ivan Rakitic. En su caso es más complejo todo, pues ya el lunes se especuló con que podría ir a la Juventus de Turín. Su enfado con el club es evidente, porque él sí ha sido pieza clave en los últimos años y ha rendido a un gran nivel.
De momento tratará de recuperar la titularidad pero en su caso tampoco es sencillo por la enorme competencia que hay en la medular. Es lo que saben en una Juventus de Turín donde, como afirma Tuttosport hoy, esperan poder convencerlo para el mercado invernal. Los rumores siguen.