Argentina y Chile disputaron una digna final, donde la intensidad y propuesta fueron las principales características de cada equipo. Pero los del sur fueron mejores a la hora de patear los penales y se alzaron con el título de la Copa América Centenario.
El primer tiempo estuvo plagado de faltas, cortes de jugadas y tarjetas. Precisamente, Marcelo Díaz y Marcos Rojo se fueron rápidamente a los camerinos tras ser echados del juego por el árbitro brasileño Heber Lopes.
El segundo tiempo fue favorable a Chile. La charla de Juan Antonio Pizzi en los vestuarios fue más motivadora y la selección mapochina salió con todo. Los sureños se apoderaron del balón y no dejaron prosperar a Argentina, quien estuvo bastantes minutos encerrado.
En los tiempos extras se dividieron el control. Argentina terminó encimando en el primer tiempo extra, mientras que Chile hizo lo propio en los últimos minutos de la segunda mitad del alargue.
Ya en la tanda de penales, el fallo de Vidal parecía sepultar las esperanzas chilenas, pero luego el error en la ejecución de Lionel Messi revivió la llama de la fe mapochina. Luego Lucas Biglia fallaría y, el ‘Gato’ Silva sería el ejecutor del último disparo desde los doce pasos.