23/04/2024

Huracán dedica emotiva y reveladora carta al 'Turco' Mohamed por su cumpleaños

Martes 03 de Abril del 2018

Huracán dedica emotiva y reveladora carta al 'Turco' Mohamed por su cumpleaños

El actual director técnico de Monterrey, quien cumplió 48 años, debutó y dirigió tres veces al 'Globo', por lo que el afecto es mutuo.

El actual director técnico de Monterrey, quien cumplió 48 años, debutó y dirigió tres veces al 'Globo', por lo que el afecto es mutuo.

BUENOS AIRES - En medio de críticas y dudas de la afición de Rayados es cómo Antonio Mohamed festejó su aniversario 48 en Monterrey, pero fue desde Argentina donde recibió una muestra de cariño y afectó.

El aniversario del 'Turco' no pasó desapercibido por el Huracán, equipo en el que debutó en 1987 y del que fue técnico en tres etapas distintas.

Con el título "Feliz cumpleaños Turco", el Huracán le escribió una carta al estratega argentino en el que repasan su carrera ligada al futbol desde su debut hasta su actual responsabilidad como técnico de Rayados en la Liga Bancomer. Así como el momento más triste de su vida, la pérdida de su hijo, entre otras cosas:

"#HistoriaQuemera ¡Feliz cumpleaños, “Turco” Mohamed!

El primer 2 de abril de la década del 70′ brotó Antonio Mohamed en Villa Soldati. Su sola mención nunca es sola: «Huracán» es la referencia inesquivable que le sigue y la acompaña. Como marca indeleble. Como juramento de vida. Como exponente del Globo, ese pintado a boina, bufanda y habano, que siempre fue, es y será.

Gentilicio de una familia bien quemera, recorrió las inferiores del club hasta debutar en Primera el 15 de agosto de 1988. A poco, hizo mucho: de la mano de sus goles (hasta el definitorio), Huracán retornó en 1990 a su categoría correspondiente. El Turco, aquel joven gran rompe-redes retrasado en el campo para mimar el balón y amagar obstáculos, resultó la llave clave. Y los ecos de su desempeño se multiplicaron en la Selección Argentina de un vasto conocedor de los brillos huracanenses: Alfio Basile. Bajo su manto, en representación de la institución, alzó la Copa América 1991. Tras ese gloriar, más 109 juegos con 41 gritos en La Quema, Fiorentina lo adquirió por 1 200 000 dólares, aunque no fue allí donde prosiguió, ya que la entidad italiana lo cedió a Boca. Y en la ribera porteña Tony realizó una de las más grandes demostraciones de amor que el fútbol conoció: se negó a hacerle un gol a Huracán con el arco en frente bajo el cielo de La Bombonera. En 1992 pasó a Independiente, para la añada siguiente inmortalizarse en tierras aztecas imponiendo su intrépida moda de llamativas calzas y vinchas, cabello largo y teñido de distintos colores, así como el idilio que despertó a lo largo y ancho de Toros Neza (1993-1998), Monterrey (1998-1999), América (2000), Potros Marte (2000), Irapuato (2001), Atlante (2001-2002), Celaya (2002) y Zacatepec (2003).

Nació como técnico en México, casa de su mayor trayecto, en 2003. Condujo varios clubes de garganta picante hasta que, en 2005, tocó puerta de la casa de su mayor afecto: Huracán, donde quedó a suspiros del éxito y regreso a la máxima división del país. En 2006 volvió a la tierra de los tacos y, cuando turista en el Mundial de Alemania, recibió el peor de sus dolores: en un accidente que casi le roba la vida, perdió a su hijo Farid (en honor a quien un micro-estadio de la sede lleva nombre). En muletas y entre lágrimas fue acogido por La Quema, a la que en una campaña con sabor a desahogo devolvió a Primera División corrigiendo un nuevo error histórico del destino por segunda vez, ésta desde otro rol. Continuó en Veracruz, Colón, Independiente (logró la Copa Sudamericana 2010), Tijuana (campeón en 2012), hasta, en 2013, durante su mejor momento, el tercer ciclo como técnico huracanado. Su regreso fue grabado en paredes y gritado en todos los vientos: «este es el famoso Turco que volvió a La Quema para ser campeón». Pero aquella expectativa culminó en sueño incumplido: «No todos los cuentos de hadas terminan bien», arrojó en despedida, tras una decena de partidos abandonados por los resultados deseados. Finalmente, campeonó con América (2014) y desde entonces dirige a Monterrey, con quien alzó la Copa México.

En homenaje, peñas huracanenses locales e internacionales llevan su nombre. En homenaje, además de cada uno de sus latidos, a arcas de Huracán dedicó sus poéticas líneas «Qué me van a hablar de amor» y llegó a transferir dinero de su bolsillo. En homenaje, estas letras: las de un romance que parece jamás encontrar fin".

Gonzalo Hernán Minici

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