MÉXICO -- El día esperado llegó para el Cruz Azul y para el Estadio Azteca. Después de 22 años de espera en Liga, La Máquina volvió a su casa donde conquistó más de la mitad de sus títulos y el Coloso de Santa Úrsula se vistió de gala para recibir a uno de sus inquilinos más queridos.
Nueva cancha, fachada con pancartas referentes al Cruz Azul, una banda de música que esperaba a los aficionados… El Azteca no escatimó para recibir con los brazos abiertos a La Máquina, que se preparaba para debutar en el Apertura 2018.
La ilusión de los aficionados era palpable, aunque faltaran tres horas para el comienzo del partido: “Técnicamente somos de casa, simplemente regresamos. Allá (en el Estadio Azul) como nunca ganamos nada, pensamos que era mala suerte”, contaron unos aficionados celestes que se alistaban para ingresar al inmueble que fue glorioso principalmente en la década del setenta.
La fachada del Coloso lució decorada por ocho pancartas con propaganda del Cruz Azul y en ellas se enviaba un mensaje hacia los aficionados que se acercaban para entrar.
“No son 90 minutos, es nuestra historia”, decía una de ellas. “No lo intentaremos, ¡lo lograremos!”, se leía en la otra. Los seguidores se frotaban las manos, mientras presumían su elástica azul.
Si eso era por fuera, al interior, la primera cancha híbrida en un estadio en México destacaba y brillaba por lo nueva que es. A dos horas de que se iniciara el juego todavía se regaba para dejarla a punto para el encuentro del debut del conjunto cementero.
Toda la semana de trabajos para colocarla en el inmueble finalizó con todo y sus detalles este mismo sábado para dejarla en las mejores condiciones para que se desarrollara el partido. En las gradas, si bien lucían los logos del América, el otro club de la casa, la propaganda del conjunto celeste ya estaba presente. El Azteca recibió de nuevo al Cruz Azul, uno de sus inquilinos predilectos.