Las lágrimas y las balas coincidieron hoy en el último adiós que dieron familiares y amigos al jugador de fútbol venezolano Énder Peña, asesinado el domingo en el estado de Táchira fronterizo con Colombia durante una protesta contra la elección de la Asamblea Nacional Constituyente.
El joven Énder Peña, que era capitán del equipo Sub'18 del equipo Lotería del Táchira del Torneo Nacional Serie Oro de Venezuela, fue despedido en la cancha en la que solía entrenarse por sus conmovidos compañeros, a los que embargaba el "dolor", según dijo el entrenador del conjunto Lotero, Raúl Becerra.
Antes, se ofició una misa en la localidad de Santa Rosa, en la capital tachirense, que fue interrumpida cuando supuestos simpatizantes del chavismo dispararon contra la iglesia, según denunció el dirigente opositor Miguel Ángel Rodríguez.
Sin embargo, un periodista local informó que los disparos fueron al aire y provenían de escoltas de una diputada legislativa regional oficialista para abrirse paso ante jóvenes que acudieron a los rezos y pretendían hacerle un escrache.
El padre de Énder Peña acusó a funcionarios policiales del Estado por la muerte del joven de 17 años, que falleció tras recibir un tiro en la ingle, de acuerdo con las primeras averiguaciones.
"(Mi hijo) era una cosa intachable, que quería un cambio para Venezuela. Desgraciadamente aquí no tenemos gobierno, lo que tenemos es un poco de asesinos", dijo Rafael Peña Duarte a periodistas.
Énder Peña era seguido por el Deportivo Táchira, uno de los clubes más populares del país, y su llegada al conjunto atigrado de la primera división del fútbol venezolano parecía inminente.
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— Diario El Bocón (@elbocononline) 1 de agosto de 2017