Alianza Lima volvió a decepcionar y sigue sin ganar en Matute, con un partido que por momentos invitaba a revisar el celular. El equipo de Pablo Bengoechea va de poco en poco, quizás lento pero seguro; todavía no se sabe con certeza. Si el año pasado, en muchas ocasiones, Alianza no mereció ganar, ahora la justicia futbolística apareció y no suma de a tres. Los cambios no resultan y las ideas se nublan en un camino que se complica en las primeras fechas.
ESCRIBE: ALDO MARTÍNEZ
1. Control sin llegada
Todos los partidos son diferentes y, en este, Rinaldo Cruzado y ‘Cachito’ Ramírez, los jugadores más técnicos de Alianza Lima, no estuvieron precisos y confiaron en la reacción del otro, respuesta que nunca llegó. El control del partido no garantiza una victoria. Aunque el Alianza Lima del año pasado en muchas ocasiones fue recompensado por el esfuerzo con muchos goles salvadores, esta temporada no se está anotando. Hay esfuerzo y desgaste, pero de local hay que sumar y, para hacerlo, se necesitan goles.
2. Ataque en deuda
No recibió goles, pero los perdió por la poca fuerza para atacar cuando San Martín no llegó con el libreto de presionar y jugar rápido. El equipo de Carlos Bustos se replegó bien, como si hubiera jugado el partido antes y conociera el resultado. Los delanteros de Alianza Lima no están respondiendo. La solución para este año era encontrar productividad en el ataque y el plan en la fecha 7 del Torneo Apertura sigue en deuda. Gabriel Leyes está lesionado y los demás no responden. La paciencia tiene límites.
3. Centros nulos
Si la mayoría de jugadas y el control del partido gira en torno a salir con balón dominado por la volante para que luego se termine con una centro poco y nada productivo de los laterales, el camino invita a probar otras alternativas con las cuales generar peligro, esas con las que Alianza Lima ha dado señales de no contar desde el inicio de la temporada. El abuso de los centros fue una constante que dejó de usarse en los minutos finales, cuando San Martín contó con un expulsado y dejó más espacios.
4. Cambios no funcionaron
Kevin Quevedo, uno de los jugadores que siempre tienen las primeras opciones de ingresar y en ocasiones destaca en lo individual, estuvo ausente por lesión. Janio Pósito y Kevin Ferreyra no fueron la solución a pesar que de contribuyó con la expulsión de Saúl Salas. Mario Velarde, uno de los encargados de generar jugadas metros más cerca del área contraria, no hizo un buen partido y fue absorbido por el ritmo lento del partido. San Martín dejó jugar en muchos minutos y estos no fueron aprovechados.
5. Sin remates al arco
Rematar desde fuera del área no debe ser motivo de vergüenza si los caminos tradicionales o más usados en otras oportunidades son los más complicados. La jugada de peligro más clara de Alianza Lima fue un remate de derecha de Tomás Costa desde fuera del área. Alejandro Hohberg también remató en varias oportunidades, pero el disparo salió desviado. Se pudo intentar más por esa vía. Rinaldo Cruzado y Luis Ramírez no son negados con remates de larga distancia. Espacios hubo.