Se fue Martino y pareciese que un requisito para ser el nuevo director técnico de la selección de Argentina es haber sido campeón del mundo como jugador. Se habló nuevamente de los campeones de 1986, como Maradona o Batista, alguno de ellos podría dirigir a la albiceleste. Finalmente, la AFA decidió por Olarticoechea.
El mito Maradona y la épica copa ganada por los argentinos en México, hace olvidar que 8 años antes también consiguieron el máximo trofeo del fútbol. De la generación de 1978 pocos se acuerdan. Al menos así lo siente uno de los héroes de aquella Copa del Mundo, Ubaldo Matildo Fillol.
“Estoy dolido porque se habla mucho de los del 86, pero ignoran y bastardean a los campeones del 78. Hay un gran desprecio para con nosotros, así que prefiero no opinar acerca de quiénes pueden dirigir al seleccionado”, afirmó el ex-portero al ser consultado por un medio argentino acerca de su opinión sobre el reemplazante de Martino. Algunos futbolistas que se consagraron en aquella Copa del Mundo y que posteriormente se convirtieron en técnicos son Américo Gallego, Norberto Alonso y Daniel Pasarella.
Durante casi todo junio de 2016 se recordó día tras día a los campeones en México. Y como sucede siempre, quedó relegado al primer equipo que consiguió un triunfo para Argentina. “Este año se cumplieron 38 años del 78 y 30 del 86, pero todos los homenajearon a ellos y de nosotros se olvidaron, algo que me hace mucho ruido. Y eso que fuimos los primeros campeones del mundo”.
La sombra de la dictadura
Lo cierto es que, el recuerdo de los campeones en México siempre lleva al hincha a mirar de nuevo la brillante actuación de Diego Maradona, la cual llegó a la cumbre con los goles anotados a Inglaterra. Al mirar un poco más atrás en la historia, la eficacia y potencia de Mario Alberto Kempes, figura en la final ante Holanda en el 78, también trae consigo las imágenes dela crisis por la que vivía Argentina en aquel momento, víctima de la dictadura impuesta por el presidente Videla. Querían a un campeón del mundo para hacer olvidar los crímenes de su gobierno. Imposible quitar de la memoria esa goleada por 6 a 0 ante un Perú de gran actuación en fase de grupos.
“Mientras se gritan los goles, se apagan los gritos de los torturados y de los asesinados”, fue la frase de Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo. Probablemente, Argentina trata de olvidar esa mancha en su historia. De allí prefiere elegir solo el recuerdo del 86.