28/03/2024

Mundial 2018 | España sufre para derribar el muro iraní

Miercoles 20 de Junio del 2018

Mundial 2018 | España sufre para derribar el muro iraní

España dejó casi sellado su pase a octavos de final del Mundial tras superar a Irán por un exiguo 0-1 en un partido marcado por la abnegación defensiva del cuadro persa y la falta de ideas ofensivas del combinado nacional. Isco, que tomó las riendas (...)

España dejó casi sellado su pase a octavos de final del Mundial tras superar a Irán por un exiguo 0-1 en un partido marcado por la abnegación defensiva del cuadro persa y la falta de ideas ofensivas del combinado nacional. Isco, que tomó las riendas (...)

Como se podía prever, Irán levantó un muro delante de la meta defendida por Alireza Beiranvand. Carlos Queiroz, consciente de la evidente inferioridad de los suyos, planteó un 4-1-4-1 que en defensa se transformaba en una especie de 6-3-1 en el que hasta el jugador más adelantado, el joven Sardar Azmoun, se mostraba dispuesto a colaborar y a dar todas las patadas que fuesen necesarias.

Seguramente, Fernando Hierro ya se temía que los iraníes colocaran un autobús de tales dimensiones y por eso apostó por un once en el que Nacho y Koke dejaban su sitio a Dani Carvajal y Lucas Vázquez. Su objetivo, abrir el campo lo más posible para intentar que España encontrase la mayor cantidad de vías posibles hacia el área rival. Igualmente, el preparador permitió a Sergio Ramos actuar como acompañante de Sergio Busquets para aumentar, aún más, la superioridad numérica en el centro del campo.

En teoría, el plan no pintaba mal, pero la práctica fue otra cosa bien distinta. Irán, que ya había hecho sus deberes ganando a Marruecos en el primer choque del torneo, se gustó en su papel de equipo encerrado y se pasó gran parte de los primeros 45 minutos achicando espacios, despejando y haciendo todas las faltas necesarias para impedir que el juego de su rival fuese fluido. Es más, hasta en un par de ocasiones se permitió salir a la contra para mostrar que tampoco tenía mucho que perder.

A la Roja, esta actitud tan guerrera y desprovista de todo alarde estético de su rival se le atragantó considerablemente. De hecho, en este primer acto, sólo David Silva dio la sensación de poder generar algo de peligro, del resto de hombres de ataque, casi no hubo ni noticias. Es más, antes de llegar al descanso, algunos de ellos comenzaron a dar síntomas de desesperación -en especial Diego Costa- y a caer peligrosamente en la tela de araña que con tanto esmero estaban construyendo los discípulos de Queiroz.

España derriba el muro, pero deja dudas

La aparición de un hasta entonces algo apagado Isco mejoró la cara de España en el segundo periodo. El malagueño comenzó a ofrecerse con más asiduidad y a descolgarse por la banda izquierda, una zona por la que apenas había transitado el equipo. Gracias a sus apariciones y sus pases, el muro persa comenzó a resquebrajarse y surgieron las primeras ocasiones de verdadero peligro. Eso sí, el gol que acabó por derrumbarlo llegó de rebote y gracias a esa innata capacidad de Diego Costa para sacar petróleo de casi cualquier acción (minuto 54).

Como por arte de magia, Irán cambio de discurso tras recibir el tanto. De repente, el conjunto de Queiroz abandonó la cueva que con tanto esfuerzo había defendido hasta entonces y se lanzó al ataque. El combinado español, lejos de agradecer el gesto y sacar partido a los huecos que se habían creado tras el cambio de escenario, reculó sin mucho sentido y dio pie a varias acciones que bien pudieron acabar en gol. Es más, en una de ellas, el balón acabó besando las redes, pero el árbitro consideró que el remate de Saeid Ezatolahi llegó tras un claro fuera de juego (61’).

Aunque el marcador ya no se movió y obtuvo una victoria que le deja con casi pie y medio en octavos de final, España dejó la sensación de ser aún un equipo algo deslavazado e inconstante. Ante Marruecos, y con el liderato del grupo en juego, Hierro tendrá una última oportunidad para dar con la tecla, después ya no habrá margen para el error.

MVP | Isco asume el mando

A falta de otros argumentos de más peso y con jugadores de la talla de Andrés Iniesta en paradero desconocido, el malagueño Isco dio un paso al frente y se hizo con las riendas de una escuadra que estuvo lejos de su mejor nivel y que sufrió más de la cuenta para superar a una aguerrida Irán.

Aunque el tanto que terminó dando la victoria a España fue más fruto de la fortuna que de cualquier atisbo de jugada colectiva, lo cierto es que el centrocampista del Real Madrid se movió con soltura por la zona de tres cuartos y facilitó tanto la circulación de balón como la aparición de los primeros huecos que ayudaron a derribar el muro rival.

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