Hace unos meses, el portero de la San Martín, Alejandro Duarte, conversó con EL BOCÓN tras ser revelación del Torneo Apertura 2017, confesó su admiración por Leao Butrón y el sufrimiento que pasó al estar tres años sin tapar en Primera División. Hoy es toda una promesa para la selección peruana.
Escribe Renzo Dulanto
(Twitter: @renzodul)
¿En qué momento te ganas el puesto?
No sé si fue en un momento específico, pero venía entrenando muy bien desde comienzo de año. Creo que el equipo atravesó por un momento que no era muy apropiado y se hicieron cambios y, dentro de esas variantes, me tocó jugar.
¿Cómo tomas los comentarios buenos?
Tengo muy claro que los buenos comentarios son pasajeros, al igual que los malos. Cuando vas bien, hablan bien de ti, y cuando te va mal, es al revés. Lo importante es centrarse en el trabajo y escuchar más los comentarios de la gente que te conoce de siempre.
¿Hubo alguien cuyo elogio te sorprendió?
Obviamente, el de Leao (Butrón). No solo por toda la trayectoria que tiene, sino por el campeonato que ha realizado. Creo que para todos no solamente es el mejor arquero del Apertura, sino también el mejor jugador. Que haya hecho un paréntesis para hablar bien de mí, me puso muy contento.
¿Admiras a Butrón?
De muy chico jugaba tenis y no seguía mucho el fútbol, pero cuando empecé a seguir el fútbol y empecé a ver las Eliminatorias, Leao era el arquero; entonces obviamente siendo el arquero titular de Perú, se siente admiración por él. Me acuerdo también que tenía amigos que eran hinchas de la ‘U’ y hablaban mucho de Óscar Ibáñez, a mí también me gustaba bastante. Actualmente, el arquero que me gusta mucho es Pedro Gallese... un arquerazo.
Es el primer año que tapas tan seguido...
Sí, de lejos. Debuté muy joven en Juan Aurich; luego, por una lesión o falta de oportunidades u otras razones, me demoré tres años para poder volver a tapar un partido. Me estaba volviendo loco, pero seguí trabajando muy duro. He aprendido mucho en estos años, pese a que no tenía continuidad.
Tres años sin tapar... Increíble.
Mentiría si te digo que no pensé en un plan B, en qué pasaba si no llegaba la oportunidad nunca. Creo que en el fútbol, la perseverancia y el entrenar duro es algo muy importante para el jugador.
¿Cuáles fueron tus primero pasos?
Hice menores en Bentín y me fue muy bien. Estuve en selecciones menores, luego llegué al Aurich y campeonamos con la Reserva. Debuté muy joven y entonces todo parecía muy bien encaminado hasta los 19 años; de pronto cambió todo drásticamente y estuve tres años sin tapar ni un partido en Primera, así que en esos años tuve que perseverar mucho y esperar mi oportunidad.