La edición 25 del Abierto Mexicano de Tenis arrancó de forma oficial con el tradicional partido amistoso entre dos de las estrellas del certamen. Esta vez la locación elegida fue Sinfonía del Mar, cerca de La Quebrada en Acapulco y los protagonistas fueron el alemán Alexander Zverev y el austriaco Dominic Thiem.
Con el mar como marco para el encuentro, Raúl Zurutuza, director del evento, dio arranque formal a la celebración por el primer cuarto de siglo del certamen.
"Hemos crecido junto con Acapulco y el torneo cuenta con un futuro muy promisorio en el Puerto, tenemos lo mejor del tenis mundial este año, tanto en la rama femenil como en la varonil", aseguró.
Los jugadores llegaron un poco después y se colocaron en cada lado de la red para pelotear por algunos minutos. Quien más se equivocaba era Thiem, aunque Sascha amenazaba con mostrar su poderoso saque en la pequeña cancha.
"Es un torneo increíble, tienes esta vista y es impresionante, espero regresar todas las veces que pueda", dijo el germano, quien hará su debut en singles el martes ante el estadunidense Steve Johnson.
A la mitad del encuentro amistoso apareció el mariachi, que tocó mientras dos de las mayores promesas del tenis mundial se divertían, hasta que Thiem envió una pelota alta que Zverev mandó al mar para terminar con el duelo.
"No podría estar mejor aquí, es un gran lugar, no solo por el tenis, la playa, la arena y es una de esas semanas en la gira en la que nos sentimos como en vacaciones, es divertido jugar en la noche y con llenos siempre en el estadio", comentó el austriaco, que enfrentará al británico Cameron Norrie en la primera ronda en Acapulco.
Después del duelo ambos tenistas posaron con sombreros charros y lanzaron algunas pelotas al público.