08/05/2024

"Kobe Bryant: el fin de una era", por Julio De Feudis

Jueves 14 de Abril del 2016

Una mirada distinta sobre Kobe Bryant, la gran figura de la NBA y los Lakers que anoche cerró su brillante carrera deportiva

Una mirada distinta sobre Kobe Bryant, la gran figura de la NBA y los Lakers que anoche cerró su brillante carrera deportiva

Tenía 18 años y no había seguido el cauce regular de un basquetbolista para llegar a la NBA. Para poder participar en el draft, un jugador normalmente debe pasar por una universidad, destacar en la NCAA (National Collegiate Athletic Association) y, finalmente, fichar por una de las grandes franquicias del mejor básquetbol del mundo. Kobe Bryant se saltó esta última etapa.

Dotado de unas grandes cualidades, los ojeadores de la NBA habían descubierto el gran talento de Kobe Bryant, un jovencito aún en etapa escolar en su natal Filadelfia llevándolo derechito al draft. 

Fueron los Hornets –una vez establecidos en Charlotte- quienes lo seleccionaron en la decimotercera posición. Sin embargo, en Los Ángeles sabían del potencial y del futuro del hijo de Joe “Jellybean” Bryant, exjugador de la National Basketball Association.

Muy interesados en contar con el muchachito de Pensilvania, los Lakers le hicieron una propuesta que, para un equipo sin grandes aspiraciones como los Hornets, podría resultar atractiva: “-Si nos cedes tu selección en el draft, te damos a Vlade Divac. –Ok”.

Kobe Bryant en su equipo soñado. (Foto: AP)

Divac, era un pívot serbio de 2.13m que garantizaba 15 puntos y 10 rebotes por partido, nada despreciable para la liga. En L.A. estaban dispuestos a cambiar a un experto center por un chiquillo de 18 sin experiencia universitaria porque tenían un as bajo la manga. Habían puesto millones sobre la mesa para asegurar los servicios del pívot con más condiciones de la NBA: Shaquille O’Neal. Proveniente del Orlando Magic, se uniría al jovencito Kobe Bryant en el quinteto angelino.

Los californianos habían ganado 56 partidos en la temporada regular de 1996-97 -3 más que el año anterior- llegando a las semifinales de la conferencia, pero Kobe no tuvo protagonismo inmediato, su contratación sería una apuesta a futuro.

Un 3 de noviembre de 1996, ante Minnesota, en el segundo partido de la temporada, Del Harris -entonces coach de los Lakers- hizo debutar a Kobe, sólo estuvo seis minutos en la cancha.

Pero sería el Madison Square Garden el recinto adecuado para el estreno ante la canasta de un jugador que estaba designado para escribir páginas y páginas de historia para la NBA. Aquella noche, con el dorsal 8, Kobe –por el eufónico nombre del famoso tipo de carne que sus padres vieron en un menú - encestó 6 puntos.

Sus primeras temporadas no fueron las más auspiciosas. ‘Nick’ Van Exel era el armador titular y Eddie Jones era un escolta que tenía la confianza de Harris. Bryant sumaba minutos en el equipo pero no gozaba de la titularidad, aunque ya mostraba destellos de su calidad. Incluso la crítica especializada de la época se atrevió a compararlo con el más grande de todos los tiempos: Michael Jordan.

Ya se veía lejana la gloriosa década de los ochenta en que, liderados por ‘Magic’ Johnson, los Lakers habían disputado ocho finales y ganado cinco anillos. La franquicia angelina de los noventa no pudo igualar esas marcas y, aunque en los últimos años de aquella época fueron protagonistas, no pasaron de una final de Conferencia en 1997-98, en la que cayeron ante los Jazz de Utah de Karl Malone y John Stockton.

LA LLEGADA DE PHIL JACKSON

Culminado su glorioso ciclo en los Chicago Bulls con seis títulos conquistados, Philip Douglas Jackson fue contratado por los Lakers para la temporada 1999-2000. Van Exel y Jones fueron traspasados y Jackson le dio el liderazgo del equipo a Kobe. Formó una dupla letal con Shaquille O’Neal, estando bien rodeado con aleros de corte defensivo, como Robert Horry y Rick Fox, y acompañado en el armado por Derek Fischer. Estos Lakers fueron imparables. Ganaron 3 anillos consecutivos en las temporadas 1999-00, 2000-01 y 2001-02 y Bryant encabezaría esa escuadra con números brutales: entre él y Shaq promediaban 60 puntos por partido.

Tras las grandes hazañas, los problemas surgieron y se desgastó la relación entre Shaq y Kobe. La final de 2003-04, perdida ante los Pistons, adelantó la despedida del pívot gigante en L.A., decidiendo su marcha a Miami.

Jackson había escrito en uno de sus libros que ‘Black Mamba’ -apelativo que se le dio por sus venenosos lanzamientos en alusión a la serpiente más ponzoñosa del África - era un jugador ‘inentrenable’. Kobe exigía más libertad para desarrollar su talento, mientras ‘Phil’ quería hacerlo un jugador más disciplinado.

El técnico ex Bulls acompañó en su partida a Shaq, obligando a los Lakers a atravesar una difícil etapa de transición que les impediría acceder siquiera a los playoffs en la temporada siguiente.

Sin embargo un año después volvió a asumir Jackson y nuevamente fueron animadores. Unos años después, con la llegada del ala pívot barcelonés Pau Gasol se formó una dupla sensacional con Kobe y el equipo fue protagonista y candidato al título.
Gasol había arribado a Los Ángeles tras destacadas temporadas en Memphis, y los Lakers recuperaron presencia en la pintura y en el juego defensivo, algo que se extrañaba tras la partida de Shaq.

Jugaron tres finales consecutivas, derrotando a Orlando y ganando una y sucumbiendo en otra ante sus clásicos rivales, los Celtics de Boston. Completaban  el equipo californiano Derek Fischer y los corpulentos Andrew Bynum y Lamar Odom. El líder indiscutible era, sin duda, ‘la mamba negra’.

La temporada 2009-10, fue la última gran campaña de los Lakers. Jackson partió en 2011 y, aunque en la 2012-13 contratarían a un, ya veterano, Steve Nash y al enorme pívot Dwight Howard, el equipo no despegó. Kobe solo, no podía conducir a los Lakers a lo más alto y, con los años, llegaron las lesiones, bajando su nivel.

En el recuerdo quedarían sus 81 puntos en un solo partido (la segunda marca más alta en la historia de la NBA, solo detrás de los 100 de Wilt Chamberlain), la racha en que anotó más de 45 puntos en cuatro partidos consecutivos, su récord de triples en un partido (12) y el título de tercer máximo anotador de la historia de la NBA con 33,524 puntos, posicionándose detrás de Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone y por encima de Jordan. Tremendo.

5 anillos, 7 finales disputadas, 1 MVP, 18 veces en el juego de las estrellas y 2 medallas de oro en JJ.OO. con los EE.UU. son los principales logros de este escolta estrella de los Lakers que se despidió anoche de la NBA ante los Jazz encestando 60 puntos ante su gente, en su querido Staples Center, coliseo testigo de sus grandes noches, aquellas noches que nos demostraron que el básquetbol podía seguir siendo espectacular aún después de Jordan.

Kobe Bryant en su noche de despedida. (Foto: AP)

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