Muy lejos de Canadá, en Ghana, a finales del año 2000, nacía Alphonso Davies, a la postre, futbolista profesional, que se convertiría en la mayor esperanza de la nación de la Hoja de Maple... Con el correr del tiempo, el chico africano y su familia se mudarían a territorio norteamericano, con la motivación de un mejor porvenir, pensando positivo; el deporte que hoy lo tiene disputando su primer torneo con la selección absoluta, le daría la razón.
Rápido con el balón, de un físico importante, pues su misma genética (raza negra), le otorga ventajas en cuanto a corpulencia y estatura, no tardaría en destacar en el futbol. Alphonso ingresó a las fuerzas básicas del Vancouver Whitecaps apenas hace un par de veranos y muy pronto, atrajo la atención del primer equipo; a partir del 2016, ya integraría de lleno las convocatorias del cuadro canadiense de la MLS.
Su proceso ha tenido la velocidad con la que conduce la pelota pegada al pie; apenas el año anterior fue convocado para participar en las selecciones Sub 17 y Sub 20 de Canadá, al tiempo que se ganaba un puesto en el escuadrón estelar de los Caps; sus apariciones y certeza a la hora de construir el juego ofensivo, así como de definir jugadas, sería el principal atractivo de Davies, para que el ecuatoriano Octavio Zambrano le considerara en la lista definitiva de cara a la Copa Oro.
En su primera empresa, frente a la endeble Guayana Francesa, Alphonso saltó a la cancha como titular... La idea del entrenador habrá sido blindarlo de confianza. Y funcionó. En la victoria de Canadá (2-4), Davies se despachó con dos anotaciones, atrayendo los reflectores por sus rasgos infantiles y sobre todo, por la calidad de juego que desplegó en el terreno de juego. De cara al cierre de la fase grupal, que comparten con Honduras y Costa Rica, él es su principal arma y esperanza.
En una nación que acostumbra a relegar al futbol a un segundo término, en donde se prefiere ver un juego de béisbol o asistir al hockey, parece que ha nacido la carrera de un futbolista diferente, de cualidades y mentalidad, que a sus 16 años se erige como la gran posibilidad de colocar a Canadá en el mapa del balompié internacional, al menos... En la actual Copa Oro, donde parece estar listo para encabezar a una generación de jugadores distinta. Davies es la clave.