04/05/2024

Nada yoga, el yoga del sonido interno

Sábado 25 de Noviembre del 2017

Nada yoga, el yoga del sonido interno

El llamado Yoga del Sonido o Nada Yoga es considerado una de las técnicas más poderosas y avanzadas para aquietar la mente.

El llamado Yoga del Sonido o Nada Yoga es considerado una de las técnicas más poderosas y avanzadas para aquietar la mente.

El llamado Yoga del Sonido o Nada Yoga es considerado una de las técnicas más poderosas y avanzadas para aquietar la mente; en realidad, es una práctica de escucha profunda del sonido interno inaccesible para los sentidos. De hecho, para el Manual del Hatha Yoga Pradipika, "una vez alcanzada la perfección en el hatha yoga, uno de los signos que se manifiestan es el sonido interior".

La palabra Nada se deriva de la raíz sánscrita nad, que significa fluir. Por lo tanto, el significado etimológico de Nada es un "proceso o un flujo de conciencia", aunque normalmente el término Nada significa sonido.

La tradición yóguica ubica cuatro niveles de sonido: el sonido grueso, el ordinario o material; el mental, el que podemos emitir y escuchar en nuestra mente; el visualizado o astral, el que aparece como "formas" o el que escuchamos al soñar, y el trascendente, el sonido del "todo" o de la conciencia universal. Los dos últimos solo pueden percibirse una vez que la meditación alcanza cierta profundidad y cuando el "tejido de corrientes psicoenergéticas se ha purificado correctamente".

Como explica practicaryoga.com, el sonido astral es interpretado por nuestra conciencia como una variedad de sonidos, entre ellos campanas, flautas, sonidos metálicos, grillos, pájaros o truenos. Los sonidos pueden ser escuchados como si hubieran sido emitidos a la lejanía, pero son y se pueden escuchar tan reales como cualquier sonido ordinario.

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"Finalmente, un practicante muy avanzado llega a escuchar el sonido que vibra a una frecuencia tan alta, que podemos equipararlo con el silencio. Se dice también que este sonido es "Om", aquel que da origen a todos los demás y a toda la creación. En sánscrito, este sonido es llamado Para Nada y es el sonido trascendental, que podemos equiparar con la realidad última o conciencia pura".

Resulta que más allá de ciertos niveles de frecuencia, el sonido se vuelve inaudible y solo puede ser percibido sutilmente. El sentido del oído no puede captar esas frecuencias que vibran a una velocidad muy alta, por lo que no somos conscientes de todos los sonidos que están presentes en el cosmos. Los sonidos que tienen una frecuencia muy alta se transforman en silencio.

Muchos textos mencionan que el sonido trascendente no tiene vibración, lo que significa que no tiene movimiento. Cuando un sonido llega a su tono máximo, alcanza una quietud repentina, y eso es Para Nada. En los Upanishads, se dice que el sonido de Om es la manifestación del Para Nada pero no se refiere al canto audible y físico del Om que se produce con la voz, sujeto a nuestra audición, comprensión y lógica: "el Om trascendental es a la vez inmóvil e infinito. Tiene forma y luz también pero es diferente de todos los sonidos habitualmente oídos o concebidos".

Se afirma que Nada es el vehículo que transportará al yogui más allá del océano de la existencia fenomenológica: "apaga todos los sonidos externos y concentra la mente. El Hamsa Upanishad, además, compara Nada con un encantador de serpientes, dado que cautiva la mente dispersa".

Existe una práctica de yoga del sonido externa (Ahata) que es accesible para cualquier practicante. Para realizarla hay que concentrar la atención en sonidos de música suave y mantras. La música y los sonidos sagrados pueden ser una poderosa herramienta espiritual: "la capacidad de descubrir, escuchar y enfocarse a través de Ahata Nada es una forma accesible de perfeccionar la concentración y profundizar en la práctica de yoga".

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