El fútbol de Cuenca vivió la noche del miércoles uno de sus momentos de mayor felicidad y emoción. El capítulo protagonizado en la Copa Sudamericana, contra Sportivo Luqueño, genera orgullo y ya está entre los más notables de la historia del Expreso Austral.
La bravura, entrega y hombría mostradas por los dirigidos por Aníbal Biggeri hicieron recordar las jornadas de 1975 y 1976, cuando con sus goles Ángel Tano Liciardi –máximo símbolo del club– casi lleva al título nacional a los morlacos. Y los memorables duelos coperos de 1976, cuando el gol diferencia no le permitió llegar a la ronda de semifinales al Cuenca.
La victoria en penales sobre los paraguayos, en una tanda forzada tras igualar el marcador global con un hombre menos y con el tiempo en contra, convirtió en héroes de Cuenca a los futbolistas que estremecieron el estadio Alejandro Serrano Aguilar, tal como sucedió en el 2004. En ese año mágico, Javier Klimowicz, Giancarlo Ramos, Segundo Matamba, Raúl Pavito Noriega, Walter Mamita Calderón y otros guerreros inscribieron el nombre del club en la lista de monarcas de Ecuador.
La fecha se hizo inolvidable: 7 de marzo de 2018. Y esta formación quedará en el recuerdo de los hinchas del Cuenca porque son los jugadores que les brindaron alegría que aún no se apaga: Bryan Heras; Bryan Carabalí, Brian Cucco (Édison Preciado, 68m), Anthony Bedoya, Carlos Cuero; Matías Contreras, Daniel Porozo, Marco Mosquera, Juan Rojas: Facundo Melivillo (Dennis Quiñónez, 87m); Emiliano Bonfigli.
“Con diez hombres y con la obligación de descontar el marcador global, la propuesta de los ecuatorianos fue una invitación al contragolpe auriazul. La diferencia numérica no se notó. Luqueño se refugió atrás y a los 81m el Cuenca castigó a los paraguayos. Bonfigli puso el 2-0, tanteador que llevaba a los penales”, dijo ayer el diario ABC Color, de Asunción.
Antes del gol de Bonfigli anotó el 1-0 Rojas, a los 74m.
El 2-2 deshizo la ventaja que trajo el Luqueño (2-0). En la tanda para definir al clasificado a segunda fase de la Sudamericana, con sangre fría acertaron Bonfigli, Quiñónez, Rojas, Porozo y Bedoya. Fue necesario prolongar los cobros. Heras le detuvo el tiro a Luis Matto. El sexto ejecutor morlaco fue Preciado. Fusiló a Bernardo Medina y estalló la fiesta. Deportivo Cuenca avanzó.
Tenía ese gol atragantado hace mucho tiempo. Le agradezco a Bryan Heras atajar el penal antes de que yo pateara el sexto.
Édison Preciado, delantero morlacoEste es el juego ideal que todo DT quiere de su equipo. Fue fantástico. (Julio) Dos Santos (jugador rival) nos dijo que los superamos bien.
Aníbal Biggeri, técnico del D. Cuenca
(D)