Prepararte para una competencia en bicicleta en las calles de la Ciudad de México es una práctica altamente peligrosa por la inseguridad, el tráfico, la falta de una cultura vial y la contaminación, además de no contar con una infraestructura adecuada; sin embargo, existen alternativas para realizar esta actividad sin riesgos y teniendo la misma efectividad.
Los estudios de ciclismo indoor son lugares cerrados donde, utilizando sus propias bicicletas encima de unos rodillos, los practicantes pueden simular entrenamientos como si los realizaran en diversos terrenos, obteniendo además datos sobre su desempeño.
Uno de estos gimnasios está ubicado en la Colonia Del Valle y fue fundado hace un año por Jorge Francia, un mexicano que lleva tres años como ciclista, actividad en la que vio sus inicios participando en triatlón de relevos.
La idea de crear un lugar que proporcione a los ciclistas un entrenamiento efectivo para mejorar su rendimiento en un ambiente seguro, nació cuando Francia y un grupo de seis personas se preparaban para un triatlón en relevos, decidieron encontrar un lugar en el que pudieran reunirse a entrenar sin enfrentar dificultades viales, ni de traslados para poder llegar al mismo sitio. Así crearon el gimnasio donde entrenan desde principiantes hasta gente que compite a nivel profesional.
“Viene gente que está comenzando, o que ya lleva tiempo sobre la bici y personas que practican todos los días. Se individualiza el plan de entrenamiento, a veces desarrollan fuerza, resistencia y potencia, y ellos eligen lo que les hace falta; también hacemos sesiones grupales”, explicó Francia.
Cada usuario lleva su bicicleta y la coloca en un rodillo de alta tecnología, que se conecta a una plataforma para medir y proyectar el FTP (Potencia de Umbral Funcional, por sus siglas en inglés) de cada uno de los 12 ciclistas que pueden utilizar el programa al mismo tiempo.
La plataforma trabaja por resistencia, potencia, intensidad y grados de inclinación, dependiendo del tipo de preparación que necesite cada atleta, ya que: “la bicicleta no se mueve, pero el rodillo cambia la presión y te da la sensación de que vas subiendo”, comentó el entrenador.
En el lugar, además de ayudar a los alumnos con aspectos como la posición que deben tener sobre la bicicleta, se brinda apoyo para ajustar la misma al tamaño adecuado de cada persona para así evitar lesiones (bike fitting).
También asisten a competencias al aire libre para retroalimentarse y los fines de semana realizan trabajo de fondo (distancias largas) como parte de sus entrenamientos, y trabajan en aspectos de nutrición y terapias físicas, que de acuerdo con Francia, son fundamentales en el desempeño de un ciclista.
“Muchas de las personas que vienen, apenas comienzan y no tienen mucha experiencia en el ciclismo, y está padre empezar con gente nueva, aunque a veces les da miedo la tecnología y la información que arroja el sistema, porque creen que es para los que ya tienen más nivel”, continuó el fundador de este gimnasio.
Durante 2017, Francia participó en UCI Gran Fondo, un campeonato mundial amateur que se realizó en Campeche, organizado por la Unión Ciclista Internacional. Ahí clasificó para ir a competir en la localidad francesa de Albi, donde consiguió la posición 70 entre un total de 200 participantes:
“Es un nivel muy alto, fue la primera vez que participé y no sabía con qué tipo de competencia me iba a encontrar. Regresé más motivado y con ganas de seguir entrenando, para este año volver a calificar”, dijo.
La edición 2018 del UCI Gran Fondo se celebrará en Varese, Italia, mientras que la clasificación para México será en San Luis Potosí del 6 al 8 de julio. Actualmente, Jorge Francia se prepara para entrar en el Top 10 de la competencia.