La Federación de Fútbol de Estados Unidos anunció una iniciativa para prohibir a los niños menores 10 años, cabecear el balón durante un encuentro deportivo.
Además de los menores de 10 años, la medida obliga a los clubes y academias a limitar los entrenamientos con cabezazos en las categorías de 11 a 13 años, con el objetivo de prevenir contusiones y otros daños que se puedan producir durante el juego.
La medida responde a una demanda presentada el año pasado por un grupo de padres de familia ante la Corte del estado de California en base a un estudio de 2013, donde se mostraba que los futbolistas que cabeceaban el balón con frecuencia estaban en peligro de sufrir daños cerebrales.