El partido entre Honduras y México estuvo marcado por un momento dramático en el que el jugador catracho, Luis Garrido, sufrió una de las fracturas más escalofriantes que se recuerden en el futbol.
Durante un balón dividido precedido de una falta sobre Javier Aquino, el mexicano perteneciente al club Tigres cayó con todo su peso sobre la pierna del dorsal número 19.
El cuerpo médico de la Selección Mexicana también se acercó para brindar los auxilios adecuados para evitar que la lesión del futbolista del Houston Dynamo fuera mucho más grave de lo que se vio.
Garrido fue sacado en camilla custodiado por médicos y fue llevado a un hospital para recibir mejores atenciones. En su lugar entró al minuto 42 el futbolista Arnold Peralta.
POR Héctor Cantú