La salud bucal es algo de mucha importancia. De forma habitual, nos cepillamos los dientes por lo menos tres veces al día y luego dejamos nuestro cepillo en el mismo lugar dentro del baño. ¿Pero eso es adecuado? Aquí lo averiguaremos.
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Primero queremos aclarar una cosa: no estamos cuestionando la buena práctica de cepillarse los dientes. Pero sí qué hacemos con el cepillo que usamos para ello. ¿Sabías que existen riesgos si lo guardas en tu baño? Resulta que ese hábito termina siendo poco higiénico y aquí te diremos las razones.
Del inodoro a tu cepillo
De acuerdo a estudios de la doctora María Geisinger, profesora de periodoncia de la Escuela de Odontología de la Universidad de Alabama, el 60 % de cepillos dejados en el baño tienen restos fecales y bacterias peligrosas para la salud humana que llegan desde el inodoro.
Las descargas del inodoro esparcen estas peligrosas bacterias, como la Serratia, Escherichia Coli, Giardia y Salmonelosis, que pueden causar problemas gastrointestinales. En este caso, es aconsejable que con casa descarga, bajes la tapa para que no se esparzan tan fácilmente.
¿Entonces dónde dejo mi cepillo?
Si bien bajar la tapa del inodoro puede ayudar, termina sin ser suficiente. La mejor práctica que puedes llevar a cabo es sacar de inmediato tu cepillo del baño y guardarlo en otro ambiente que sea fresco. Puedes buscar un buen lugar dentro de tu cuarto.
También cabe mencionar que la Asociación Estadounidense Dental recomienda que los cepillos de dientes no deben guardarse en contenedores cerrados. Esto es porque los ambientes húmedos favorecen al incremento de microorganismos.