Le costó más de lo previsto a Racing. Recién a seis minutos del final encontró el desahogo. Tuvo que luchar en Bahía Blanca. Sufrió más de lo que disfrutó el duro partido contra Olimpo. Esta vez no brilló Lautaro Martínez, justo cuando volvía a jugar en su ciudad natal tras vivir una semana regada de elogios. Y tampoco el equipo pudo desplegar las ráfagas de buen fútbol que había mostrado en la goleada contra Huracán.
Tuvo que ponerse el overol el conjunto del Chacho Coudet y terminó celebrando un ajustado y trabajado triunfo 2-1 tras arrancar perdiendo. Es un envión para la Academia que busca seguir creciendo y, si bien sigue lejos de Boca (a 12 puntos), se acerca a los puestos de ingreso a las Copas.
Desde el primer minuto quedó claro cómo iba a ser el trámite del partido: Racing era el que tenía el monopolio de la pelota y el que llevaría las riendas. Olimpo, con muchas limitaciones, se dedicaba a defender.
El arranque fue accidentado y con muchas detenciones. En el primer cuarto de hora ya se habían realizado dos modificaciones por lesiones. En Racing, primero, tuvo que dejar la cancha Diego González tras un fuerte golpe en su rodilla derecha. En su lugar ingresó Ricardo Centurión.
Y en el local no pudo seguir su arquero, Jorge Carranza, con dolores en el muslo izquierdo. Lo reemplazó el debutante Sebastián Anchoverri.
La pelota y el dominio eran de Racing, pero al equipo de Eduardo Coudet le faltaba claridad. Entraba en el embudo defensivo de los bahienses y no podía salir.
Porque Lautaro Martínez luchaba más de lo que jugaba. Lisandro López pivoteaba pero quedaba lejos del gol. Y el ingreso de Centurión no aportó el desequilibrio esperado.
Por eso el fútbol se diluía y la Academia sufría el partido. Le quedaba incómodo, no podía hacer dos pasos seguidos sin que la red defensiva de Olimpo lo atrapara.
Las chance más clara de la primera etapa fue un tiro libre de Alejandro Donatti con rosca que salió cerca del ángulo superior izquierdo. Muy poco.
En la segunda mitad llegaron los goles pero no se modificó el escenario. Fue un espasmo. Un minuto de emociones.
Primero por un desacople defensivo entre Donatti y el arquero Musso que aprovechó Franco Troyansky. En una de las primeras llegadas a fondo de Olimpo, el local abría la cuenta.
La alegría le duró un minuto. Leonardo Sigali ganó en el área de enfrente y con un cabezazo potente clavó el empate. Ni siquiera llegó a dudar Racing. El empate lo devolvió rápido al partido.
Y a falta de seis minutos tuvo su premio. Otra vez a partir de una pelota parada. En este caso el córner llegó desde la izquierda, cabeceó Lautaro Martínez en el primer palo y, tras el rebote corto del arquero, la empujó al gol Centurión.
Así Racing celebró un triunfo por el que tuvo que luchar mucho más de lo previsto.