En contra de lo habitual, Casillas no intercambió su camiseta de España con el portero rival, Gorbunov, al término del partido contra Bielorrusia. “No me la pidió”, dijo el capitán a este periódico cuando le preguntó por ello. “Es verdad que los colegas siempre me la piden, pero esta vez Gorbunov no lo hizo. Nos saludamos al final del partido, y cada mochuelo a su olivo”, zanjó Iker a AS en la breve conversación mantenida en la fila dos del Airbús 321 de Iberia, el Peñíscola, que trajo de regreso a la Selección desde Minsk.
Iker Casillas jugó el domingo su partido número 162 con España. Prácticamente en todos ha intercambiado su camiseta con algún rival. Generalmente con los porteros, Buffon entre otros, pero también con algunos jugadores de campo que se la han pedido, como Pirlo. La camiseta de Casillas es uno de los trofeos más preciados por sus compañeros, y es extraño que el meta de Bielorrusia, Gorbunov, no aprovechase la oportunidad.
Casillas quiere seguir con la Selección al menos hasta después de Francia 2016. Incluso no descarta llegar a Rusia 2018. Pero para eso tiene que ser titular en su equipo. Ya se lo dijo el propio Del Bosque cuando Mourinho escogió a Diego López. Por eso, en la situación actual, es otro de los asuntos que Casillas va a poner en la balanza. Curiosamente, el mismo presidente que en la Eurocopa 2000, en Bélgica y Holanda pidió al entonces seleccionador, José Antonio Camacho, que le presentase a Casillas (“¡Caray, con lo joven que es y ya es el portero del Madrid!”, exclamó admirado Florentino ese día) es con el que ahora se ventila su continuidad en el club.
Casillas es feliz en la Selección, y esto contrasta con su situación en el Madrid. Claro que De Gea, que se pegó más a Sergio Ramos que a Casillas durante la concentración León-Minsk, tampoco consiguió la camiseta de Keylor Navas. “No se la cambié porque se la había prometido a mi papá”, nos explicó el de Costa Rica...