El Leganés vuelve mañana al trabajo. Los de Asier Garitano retornan este miércoles a los entrenamientos y lo harán con apenas 12 futbolistas en su nómina. El último en incorporarse ha sido Toni Arranz, mediocampista del Rayo Vallecano B cuyo fichaje llevaba atado hace semanas y que ayer finalmente se hizo oficial. Su llegada, con todo, no palía la ausencia de futbolistas en una plantilla con varias prioridades. Entre ellas, la de encontrar un carrilero izquierdo que pueda ejercer las veces de lateral, interior o incluso extremo. Uno de sus favoritos es Iñaki Sáenz, futbolista con 41 partidos a sus espaldas la pasada temporada en el Racing de Santander.
El problema para los intereses blanquiazules es que Iñaki tiene mucho más pretendientes que han llamado a sus puertas creyendo que el descenso de los cántabros le liberaba de su vínculo contractual. En realidad no es así.
Le queda un año más, aunque su intención es llegar un acuerdo con el Racing para salir toda vez que el club le adeuda importantes cantidades económicas. Quiere un pacto amistoso sin que medie denuncia o conflicto. En los próximos días se producirán diversas para abordar el asunto. El club no descarta ponerle sobre la mesa una ampliación de contrato.
Si finalmente lograra la carta de libertad, el Leganés será uno de los primeros en intentar hacerse con los servicios de este riojano de 27 años con amplia experiencia en Segunda B (militó cuatro campañas en la UD Logroñés) y polivalencia suficiente como para ser una posible pieza clave en el nuevo y ambicioso proyecto del Leganés.
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