25/04/2024

Jorge Barraza: Nombrar un DT, probar jugadores, armar un equipo, competir...

Jueves 21 de Noviembre del 2019

Jorge Barraza: Nombrar un DT, probar jugadores, armar un equipo, competir...

El presidente de la FEF anunció, tras la derrota con Colombia: “Para fin de diciembre tendremos el nuevo técnico” (...)

El presidente de la FEF anunció, tras la derrota con Colombia: “Para fin de diciembre tendremos el nuevo técnico” (...)

Buenos Aires -

“Colombia debió ganar 8 o 9 a 2”, exageró Carlos Queiroz en la conferencia de prensa tras el mínimo 1-0 sobre Ecuador en Nueva Jersey. Sin embargo, sí hubo copiosas llegadas cafeteras sobre la ciudadela ecuatoriana, muy bien defendida por Johan Padilla. A veces un resultado puede no reflejar con justeza lo acontecido en el juego, en este caso tampoco el desarrollo es esperanzador para la Tricolor.

En largos pasajes se vio desbordada y la impericia de los definidores colombianos evitó una derrota más cruenta. No se vio el recambio, no se potenciaron las jóvenes promesas, tampoco se advirtió una línea clara de juego, solo arrestos individuales. Conste que el juez costarricense Calderón dejó pasar un penal claro de Xavier Arreaga sobre Morelos y le perdonó la tarjeta roja al propio Arreaga en al menos dos ocasiones. La nueva presentación tricolor agigantó las dudas en su torno. Peor que eso, no solo no aparece el equipo, tampoco se advierte cuál sería la selección. Nadie podría adivinar una alineación posible a futuro.

La única certeza de la selección ecuatoriana de fútbol hoy (al menos una) es que el próximo 26 de marzo deberá afrontar su primer partido por la Eliminatoria para Catar 2022. Fuera de eso, todo lo demás es un viaje rodeado de incertidumbres. Como si una inmensa enredadera avanzara sobre el camino y borrara el sendero, exponiéndola a todo tipo de acechanzas.

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Faltan exactamente 126 días para la primera prueba de fuego, nada en los tiempos de una selección, en los cuales habrá una tarea ardua: definir un técnico, probar jugadores y tratar de armar un equipo… mientras se está compitiendo.

El señor Egas, presidente de la FEF, redujo esos tiempos al afirmar tras la derrota con Colombia que “para fin de diciembre tendremos el nuevo técnico”. De modo tal, si se concreta para esa fecha, el nuevo jefe de equipo llevará unos 75 días en funciones cuando den la campana de largada. Claro que, al no haber ya más fechas FIFA ni posibilidades de amistosos, si el designado es un profesional extranjero, su tarea será básicamente de escritorio: delinear un esquema de trabajo, ver videos de los últimos partidos, hablar con otros entrenadores para asesorarse sobre jugadores, tal vez ir a México a conversar con algunos potenciales convocados, asistir a cuatro o cinco partidos locales.

Y el 21 de marzo de 2020, cinco días antes de la primera batalla, recibirá a los elegidos y trabajará con ellos en campo. Serán tres entrenamientos, tal vez cuatro, una práctica de fútbol y a la cancha. Todo eso teniendo en cuenta que el universo de futbolistas elegibles es amplio, pues hoy hay un solo titular indiscutible: Enner Valencia. Con los otros 40 o 50 utilizados en los últimos tres años se debería recomenzar por llamarlos, probarlos y ver qué pueden dar. Sobre todo si, como se cree, llega un técnico foráneo y debe examinar el panorama.

Salvo Ecuador, las otras selecciones de Conmebol llevan tiempo armando un equipo, una idea, un estilo. No se trata de pintar un cuadro negativo, sino de reflejar la realidad.

Esto es lo básico en todo proceso de selección previo a una competición. Si fuera un equipo de club, los tiempos no son ideales, pero en el día a día se puede avanzar mucho. En cambio, en selección, sin disponer de los actores ni partidos para ensayar con ellos, las posibilidades de éxito son utópicas.

Los rivales, por ejemplo, se vienen alistando convenientemente. Óscar Tabárez lleva casi 14 años y 202 partidos (recibió el premio Guinness por ello) al frente de Uruguay. Cabalga con ventaja; además, con una excelente nómina de futbolistas, casi todos triunfando en Europa. Brasil, actual campeón de América con un notable DT como Tite y una catarata de figuras; Argentina, viene en franco ascenso; Scaloni ha probado 70 jugadores en un año y medio y ya delineó una base de 21 elementos, pero además está desarrollando un fútbol interesante y se respira un aire fresco en la selección luego de experiencias tóxicas.

Colombia está bajo la tutela de un experto internacional como Carlos Queiroz y también tiene buena dotación. Venezuela, en el mejor momento de su historia, posee una camada de jóvenes talentos, técnicos, y un comandante decidido como Rafael Dudamel. Perú sigue su buena marcha con la sapiencia de Ricardo Gareca y volverá a dar combate, tiene un estilo atildado y se sabe el libreto a la perfección. Y en Paraguay brota el entusiasmo por la tarea de Berizzo, quien ha promovido valores nuevos y, según cuentan colegas guaraníes, “jugó un partido excelente ante Bulgaria”. Las incógnitas de lo que pueden dar son Bolivia y Chile.

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Pero sumarán puntos, con lo cual se los quitarán a otros. Todos tienen entrenador, algunos llevan años, en el caso de César Farías en Bolivia, unos meses, aunque ya había estado en el cargo en el 2018 y además conoce el medio pues dirigió a The Strongest.

Como en la carrera hacia Rusia, cuatro selecciones clasificarán directo al Mundial y el quinto irá al repechaje. De tal modo, el escenario es durísimo, será una lucha titánica, todos se ven fuertes y, salvo Ecuador, llevan tiempo armando un equipo, una idea, un estilo. Escuchamos con todo respeto a colegas diciendo “tiempo hay”, “lo que sobra es material”, “frente a Colombia jugó un equipo alterno”, “se está buscando un proyecto integral”…

El presidente de la FEF anunció: “Para fin de diciembre tendremos el nuevo técnico”. Se colige que no será Jorge Célico, pues utilizó la palabra nuevo. Y porque si la idea fuera confirmar al encargado de las juveniles no haría falta esperar a fin de diciembre. La prisa por despedir a Hernán Bolillo Gómez al final de la Eliminatoria no se aprovechó para nombrar un reemplazante, que hubiese sido ideal dirigiera en los amistosos de septiembre, octubre y noviembre. Tal vez fuera una razón económica. Al no pagarle a un entrenador hasta enero, la Ecuafútbol se ahorró un mínimo de $2 millones.

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Esto ha resentido lo deportivo. Y el año entrante viene cargado: hay ocho juegos de Eliminatoria; también un mínimo de cinco en Copa América (solo en la fase de grupos). Trece partidos de altísimo riesgo en siete meses y medio. Una maratón infernal. Si Ecuador piensa afrontar tal desafío con muchachos de la sub-20 podría ser catastrófico. Tendrán futuro, innegable, pero existe el riesgo de quemarlos; lleva tiempo formar un jugador de selección, templarle el espíritu para topadas ante rivales de clase y experimentados.

Queda la opción de formar una selección con Enner Valencia, Ángel Mena, quizás Cristhian Noboa y una amplia mayoría de jugadores locales para aprovechar al máximo la altura, lo cual unido al biotipo físico siempre imponente pueden representar una fuerza de choque. Ecuador deberá enfrentar a siete selecciones ubicadas en los primeros 26 puestos del ranking mundial: Brasil (3.°), Uruguay (5.°), Argentina (9.°), Colombia (10.°), Chile (17.°), Perú (19.°) y Venezuela (26.°).

No se trata de pintar un cuadro negativo, sino de reflejar la realidad. (O)

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