“Hay que salir campeón, hay que salir campeón…”, ese era el grito de unos 200 hinchas que la noche del viernes acompañaron en una caminata de 12 kilómetros, a José Delgado, presidente de Delfín.
Esa es la distancia que separa a Manta de Montecristi. Delgado caminaba por quinta vez ese recorrido en las últimas dos semanas, y aseguró que en todas agradecía a la Virgen de Monserrate, de la cual se declara devoto, por el buen año que le ha ido a Delfín, equipo que este domingo disputa el título de campeón del fútbol ecuatoriano contra Liga de Quito.
En Manabí es una tradición que en el mes de noviembre los feligreses de la Virgen de Monserrate caminen desde varios cantones de la provincia hacia la Basílica Menor de Montecristi, como una penitencia, manda o agradecimiento por los favores que reciben de la imagen de origen español.
Para el recorrido no hubo ningún tipo de impedimento para Henry Solórzano, quien con ayuda en algunos tramos pudo en silla de ruedas acompañar a los integrantes de diversas barras del equipo cetáceo.
“La tercera es la vencida, la copa se queda en casa, Delfín será el campeón 2019”, indicó Solórzano, quien reside en la parroquia Leonidas Proaño, localidad de Montecristi y vecina de Manta.
Delgado indicó que esa caminata estaba cargada de cariño y respeto por lo que él considera es lo que Dios y la Virgen de Monserrate le han brindado en su vida y al equipo cetáceo, y dijo que en la vida hay que ser grato.
“Dios quiera que ganemos, es malo en la vida ser triunfalista, hay un equipo con mucho aplomo, en el fútbol cualquier resultado se puede dar, pero vamos con Dios para poder sacar un resultado que nos permita ser los campeones que deseamos”, indicó Delgado quien ha prometido ayudar a que se reconstruya la torre de la única Basílica con que cuenta Manabí, y la que se afectó tras el terremoto del año 2016.
Tras más de dos horas y media de caminata la delegación llegó a Montecristi, en donde fue recibida con aplausos por centenares de habitantes de esta ciudad que salieron a las calles a vitorearlos.
Manuel Mero salió con sus hijos vestidos con la camiseta del Delfín, Aunque quería que llegaran los jugadores, eso no pudo ser ya que los mismos estaban concentrados para el partido del domingo.
La misa fue dirigida por el sacerdote Alberto Benavidez, hincha acérrimo del Delfín, quien en la homilía solicitó y se unió en oraciones para que la guía divina interceda para que el cuadro manabita alce la Copa este domingo.
“Podemos pasar desaprecibido y dejarlo solo en la devoción, pero ese nuevo ADN que el presidente Delgado le ha puesto al equipo a revolucionado al equipo, queremos seguir caminando, agradeciendo. Queremos lograr esa Copa, y ojalá Dios y la Virgen nos ayuden a los jugadores, al equipo que ha marcado la diferencia este año y estamos a un paso de ser campeones”, indicó Benavidez.
Delgado dijo no querer hablar de nuevo técnico, de jugadores para el próximo año para darle tranquilidad a quienes este domingo salten a la cancha del Jocay en busca de darle el primer título a un equipo manabita, en una cancha donde han celebrado logros tres veces el Emelec y una vez Liga de Quito.
La Estrategia
Fabián Bustos, director técnico de Delfín, cree que el resultado del pasado miércoles (0 a 0), les permite estar en las mismas condiciones que el cuadro albo, pero señala que eso no les garantiza ya tener todo listo para ganar el título, porque para ello hay que hacer un buen partido ya que Liga de Quito es un rival de mucha jerarquía.
Reconoció que este partido va a variar en relación al cotejo anterior, porque ellos tendrán más espacios y el Delfín buscará desde el primer minuto marcar la diferencia con un ataque sólido y aprovechar las jugadas de opción de gol para concretarlas, y dejó la presión al equipo rival.
“El último campeón son ellos, el equipo con presupuesto enorme, con montón de variantes son ellos, nosotros tenemos un equipo con hombres, con gente, con chicos que quieren conseguir la gloria y vamos a buscar intentar hacerlo, pero hoy hemos logrado equilibrar la serie al haber sacado un resultado allá. Si nosotros veníamos con un resultado negativo la serie estaba cuesta arriba, hoy estamos 50-50, va a depender de lo que hagamos cada uno dentro del campo”, declaró Bustos, quien dijo que el equipo llega bien a esta final.
Para el volante Francisco Mera, las ganas del triunfo y del título genera mucho optimismo en el club y dijo que es momento de obtener lo sembrado durante todo el año a base de disciplina y entrega en cada cotejo.
“Se ve que hay un ambiente diferente (entre final de hace dos años y esta), si bien en el 2017 estábamos con los jugadores al límite, hoy no vemos más completos, pienso que eso puede marcar la diferencia”, resaltó Mera, quien en el 2017 llegó a Delfín junto a Jacob Murillo y Andrés Chicaiza, estos últimos jugadores que hoy militan en el cuadro albo. (D)