“No es lo mismo entrenar que enseñar. Hay muchos buenos entrenadores, pero pocos buenos maestros. Hay entrenadores que logran resultados, pero es lo único que consiguen, no dejan nada en el alma de nadie: enseñanzas, legado, estilo...”.
Esa es una de las tantas frases –una que encaja en las pretensiones a largo plazo de la Ecuafútbol– del legado ideológico de Johan Cruyff (+), mítico futbolista del Ajax, el FC Barcelona y el equipo nacional de los Países Bajos; revolucionario entrenador bajo la filosofía del totaalvoetbal (fútbol total) y padre de Jordi, hoy el principal candidato a dirigir la selección de Ecuador. La predilección la dejó entrever el director deportivo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Antonio Cordón, ayer en radio Caravana.
“Yo no soy mi padre”, recordó no obstante Cruyff en una entrevista con el diario español Sport en diciembre del 2018: una de las reiteradas aclaraciones de quien fuera entonces entrenador del Chongqing Dangdai Lifan de la Liga de China, su última experiencia profesional y la segunda al frente de un plantel principal tras su paso por Maccabi Tel Aviv israelí.
En cualquier sitio al que decides ir, tienes que tratar de encajar. No todos los buenos jugadores o entrenadores encajan en todos los clubes. Cada lugar es diferente, las necesidades son diferentes. Jordi Cruyff, entrenador holandés de 45 años, a Sport en diciembre de 2018
Nacido en Ámsterdam en 1974, Jordi Cruyff (45 años) inició su trayecto como jugador profesional en el Barça en 1993, mientras su padre estaba al frente del club; pero una serie de lesiones le impidió destacarse en ese y otros equipos como el Manchester United, el Alavés o el Espanyol. Mas el peso de su apellido lo persiguió más que las molestias físicas.
“Mi padre fue un revolucionario extraordinario, de otro nivel y con una valentía un poco fuera de lo normal. Si la gente espera que yo haga lo mismo, ese romanticismo no ayuda”, advirtió ya Jordi.
No obstante, aseguró que se siente “liberado” de aquella carga, una “comparación injusta” a su criterio: “Lo sufres cuando la gente todavía intenta comparar, una estupidez y lo tengo clarísimo. A mí, que no me comparen con él ni al 99,9 % de la gente, pues perdemos todos. Yo soy un mortal, de los que vienen, hacen un par de cositas, me voy y viene otro. Él (Johan) es un inmortal y no se puede comparar con los mortales”.
Al igual que su padre, Jordi defendió la camiseta naranja de Holanda, con menor repercusión: apenas nueve apariciones y un único gol en su condición de volante ofensivo, frente a Suiza (2-0) en junio de 1996.
‘Me sale natural’
En las mismas ocasiones en que ha tratado desprenderse de la imagen de su padre, Jordi se ha reconocido listo para liderar un grupo de profesionales.
“El fútbol es una mesa de varias sillas. Haber estado (sentado) en varias de ellas hizo que me formara mejor si algún día llega ese sitio con el que sueñas (trabajar)”, dijo.
Y continuó: “Me sale natural el gestionar, tener un grupo, dejar a la gente trabajar, comunicarse bien con entrenadores, con miembros de staff, siempre se me ha dado bien. La dirección deportiva es un poco hoy, un poco mañana y un poco a largo plazo”.
Cruyff –que llegará a Ecuador con contrato de tres años, según Marca– ya fue seleccionado antes por Cordón y compañía cuando el holandés asumió la dirección técnica del Chongqing Lifan. El mismo Cordón dijo en reciente diálogo con este Diario que el nuevo DT de la Tri debe ser “moderno” y “tener ganas de que el fútbol de Ecuador crezca”. (D)