Francisco Egas asegura que sigue al mando de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, esto pese a ser removido de la presidencia por una mayoría del directorio, que eligió a Jaime Estrada para tomar el mando.
Para su remoción, seis vocales del directorio adujeron “unilateral gobernanza”, con tope en el contrato de Jordi Cruyff.
Según la documentación presentada por el grupo de oposición, el directorio aprobó un presupuesto de cuatro millones para el seleccionador Cruyff, su cuerpo técnico y el director deportivo Antonio Cordón; sin embargo, se manejaron montos “cercanos a 6 millones de dólares”.
Egas defendió las cláusulas de “confidencialidad” del vínculo con los estrategas, pero detalló que el contrato de Cruyff es de dos millones, y de Cordón por 1,5 millones.
Esto es solo la audacia de un grupo de seis personas que creen que entre gallos y medianoche pueden hacer lo que les da la gana. Francisco Egas, directivo de Ecuafútbol
“La Federación no paga una locura. Cruyff es el séptimo seleccionador por pagos en Sudamérica, y entre los dos (con Cordón) no superan 3,6 millones, puede subir un poco con impuestos, pero todo dentro de lo aprobado. Cuando se permita violar la confidencialidad se constatará”, dijo Egas en un conversatorio virtual.
Sobre el contrato con el seleccionador, otro punto álgido es la reducción del salario mientras dure la paralización por el coronavirus. Egas adelantó una rebaja que “alcanzará el 70 %”, pero aclaró que “vamos a pagar sueldos reducidos los próximos cinco meses y quedamos en seguir conversando sobre si una parte de eso se restituye, se rebaja o se cambia de formato, como pago por bonos o resultados. Hablamos de restructuración (del sueldo) y dentro de eso se contempla la rebaja”, apuntó.
Discrepancias y poder
Egas se quedó sin respaldo de su directorio, que con seis miembros decidieron su salida, grupo con vocales como Jaime Estrada, Carlos Galarza, presidente de las comisiones de arbitraje y fútbol femenino, además de los cuarto representantes del fútbol amateur, con la Comisión Nacional de Fútbol Aficionado (Confa) como principal organismo.
Egas habló de “relaciones” rotas con Estrada, distanciamiento originado en la intención de ayuda del Manta, club de serie B con el que Estrada llegó al directorio, para recibir respaldo de la FEF en un litigio con Teleamazonas, al que el club debe cancelar cerca de un millón por ruptura de contratos de derechos de televisión en el 2012.
“Ese fue un punto rompimiento, pero estoy en la Federación para cuidar intereses de la entidad, de nadie más”, dijo.
Ese año, los clubes rompieron relaciones con televisoras para ceder derechos a la Ecuafútbol, en “una interpretación” hecha por el asesor jurídico Guillermo Saltos Guale, de quien dijo “fue un grave error mantenerlo, porque está claro que tiene vínculos con dirigencias pasadas y el fútbol amateur, pero se debió a la situación económica en la FEF”, expresó.
“El peso” del amateurismo fue determinante para la salida de Egas, “audacia de un grupo que cree que entre gallos y medianoche puede hacer lo que le da la gana, porque juntados a alguien en desacuerdo con decisiones de la Federación ya tiene mayoría”, de ahí que reprochó el poder que tiene el sector, aunque aclaró que “no es cuestión de satanizarlo”, y que su presencia en la FEF “no es ilegal”, por ser ratificada “hace un par de años por el manejo hábil del presidente de esa época (Luis Chiriboga), porque supo que al ceder poder al Confa iba a tener el control del directorio sin importar el fútbol profesional”, algo que se intentó repetir con propuesta “de votos. Se entenderá mi respuesta”, dijo Egas.
2004
inauguración de edificio
El 11 de noviembre, con la presencia de Joseph Blatter, entonces presidente de la FIFA, se inauguró la sede institucional de la FEF, cuya construcción costó $2 450 000. (D)