Un doloroso golpe recibió el deporte nacional con el fallecimiento, este jueves, de Roberto Frydson Caicedo, considerado uno de los más prestigiosos, respetados y exitosos entrenadores de natación del país; por los años dedicados a esa actividad el esmeraldeño fue, hasta su deceso causado por una grave dolencia -y tras las partidas de Gastón Thoret, Guillermo Morales y de Leonel Espinoza-, el decano entre los técnicos de natación en Ecuador.
Graduado como psicólogo en la Universidad de Guayaquil, Frydson, nacido el 18 de julio de 1944, le dedicó casi toda su vida a la natación como deportista, formador, entrenador y dirigente. Surgido de la legendaria piscina del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, en 1959 y 1960 nadó como seleccionado de ese plantel, pero pronto su vocación lo llevó al plano en el que más sobresalió y en el que se consagró a partir de 1964: entrenar a nadadores.
Se estrenó en esa función hace más de medio siglo, fue con Liga Deportiva Universitaria de esta ciudad, al mando de jóvenes valores como Isidro Díaz, Jaime Dalmau, Carlos Vásquez, entre otros. En 1965 se incorporó a la selección nacional como técnico de su hermano Gustavo Frydson (fallecido en el 2019) en los Juegos Deportivos Bolivarianos realizados en Guayaquil. Entre 1967 y el 2005 estuvo unido de forma permanente como entrenador de la selección, en diversas categorías, en Bolivarianos, Sudamericanos, Panamericanos y mundiales.
A partir de la década de 1970, y hasta la llegada del siglo XXI, Frydson fue el entrenador jefe de clubes como Caupolicán, Náutico Guayas, Liga Deportiva Estudiantil (LDE), Guayaquil Tenis Club, Escuela Superior Naval, Academia Frydson, Athletic, Banco Central y Emelec. Y con esas tres últimas instituciones arrasó en los campeonatos provinciales y nacionales de natación (con ese trío de entidades fue monarca de Ecuador seis veces).
Con la selección Frydson se proclamó campeón sudamericano en Guayaquil 1978 como parte de un cuerpo de entrenadores que también integraban Jack Nelson (estadounidense) y Guillermo Morales. El poderoso equipo de nadadores tricolores lo conformaron Jorge Delgado (bicampeón panamericano y finalista olímpico), Luis Bajaña, Pedro Cabrales. Alfredo Mackliff, Diego Quiroga, Enrique Ledesma, José Luis Yépez, Armando y Gabriel Fierro, Daniel Pinargote y el saltador Nelson Suárez. Pero esa no fue la única coronación surcontinental de Frydson, que con Ecuador fue tricampeón del Torneo Sudamericano Militar. En el Mundial de 1982, cumplido en Guayaquil, entrenó Lolita Fuentes, quien años antes había sido uno de sus descubrimientos más brillantes.
Campeones sudamericanos de 1978: Alfredo Mackliff (i), Roberto Frydson, Pedro Cabrales, Guillermo Morales, Jorge Delgado y Luis Bajaña.
A la par de la tarea como formador y entrenador cumplió la de directivo, ámbito en el que fue fundador y presidente de la Asociación Sudamericana de Técnicos de Natación, uno de los fundadores del Colegio de Jueces de Natación, intervino activamente en la creación de la Asociación de Nadadores Másters de Ecuador y presidió la Asociación Provincial de Natación. Por muchos años Roberto Frydson fue el máximo responsable del Torneo de Novatos de Natación que Diario EL UNIVERSO organiza desde 1964.
Su etapa final como entrenador la cumplió en Emelec, cuando los eléctricos tenían como sede de prácticas y competencias las piscinas mundialistas del Centro Cívico. De estas instalaciones cuidó Frydson como una especie de administrador honorario, con el respaldo de Emelec. Pero cuando el Ministerio del Deporte (ahora Secretaría) tomó el control de ese complejo, la falta de mantenimiento por parte de ese organismo de Estado causó su destrucción. Frydson fue un crítico severo del abandono de esas piscinas, a las que recientemente se analizó convertirlas en un parque acuático si las tomaba a cargo el Municipio de Guayaquil.
En la última entrevista que Frydson tuvo con este Diario, el 20 de febrero anterior, dijo esto sobre el tema: “La Federación Deportiva del Guayas le ha informado al Municipio que rescatarlas sería muy costoso porque, dicen, las medidas de las piscinas dejaron de ser oficiales. Siguen siendo reglamentarias, la FINA no ha hecho cambios al respecto. La de competencias es de 50 metros; está habilitada a lo largo y a lo ancho. Hubo competencias internacionales con clubes de Panamá, Costa Rica, Brasil y otros países. No sé de dónde sacaron que ya no son piletas reglamentarias. Es falso”.
El entrenador y dirigente enamorado de la natación no hizo concesiones sobre lo que pensaba acerca de quienes transformaron en ruinas un escenario construido con dinero del Estado: “Lo que necesitan esas piscinas mundialistas del Forestal es una remodelación porque como si se tratara de una casa vieja las dejaron destruirse. Lastimosamente, cuando las tomó a su cargo el Ministerio del Deporte (hoy Secretaría del Deporte) no sé qué ocurrió; hubo falta de control. Las saquearon, se llevaron todo lo que pudieron. En el caso de las bombas se requieren nuevas, pero se puede solucionar y no se necesitan cantidades asombrosas de dinero. Deben cambiarse las cerámicas, manejar y revisar ciertas cosas técnicas, con ingenieros”.
El último de una vieja y gloriosa guardia de entrenadores nacionales de natación es velado en la Sala Especial 3 de la Junta de Beneficencia de Guayaquil. (D)