29/03/2024

Denis Dau: El Supremo Señor llamó a Bosco Mendoza para que su alma y su espíritu lo acompañen en lo alto

Martes 27 de Octubre del 2020

Denis Dau: El Supremo Señor llamó a Bosco Mendoza para que su alma y su espíritu lo acompañen en lo alto

El fútbol pierde a Bosco Mendoza, un inigualable médico que entregó su vida profesional al ídolo Barcelona

El fútbol pierde a Bosco Mendoza, un inigualable médico que entregó su vida profesional al ídolo Barcelona

Todas las mujeres del mundo se regocijan al tener a su bebé en brazos en las primeras horas del parto, son instantes deslumbrantes para la familia. Con esa bendición vino hace 77 años a nuestro país, Ecuador, una criatura que fue bautizada con el nombre de Bosco Mendoza Alvarado, nació en Río Chico, una parroquia perteneciente a la provincia de Manabí. Su llegada alegró el hogar, en especial a sus padres, Alberto Mendoza y Maruja Alvarado.

Siendo joven, Bosco cumplió en Manta y Portoviejo sus estudios primarios y secundarios con óptimas notas. En la universidad, año 1960, en Guayaquil se inclinó por la medicina. Al graduarse como médico afirmó que cumplirá con todas las reglas del juramento hipocrático. En tal promesa se erigen normas éticas, como al entrar a un consultorio, espacio asistencial o casa lo hará por el bien de los enfermos, al igual que practicará su profesión en forma sana y pura. Se alineó con tales principios con decencia, responsabilidad, conocimientos y vocación de un galeno que bien puede ser ejemplo en el país, en América y en el resto de los continentes. Jamás mostró interés por lo económico.

El fútbol le abrió la mejor puerta de su vida al ser médico de Barcelona Sporting Club, equipo ídolo de hoy y de siempre; laboró incansablemente por más de cuatro décadas con diferentes presidentes y cuerpos técnicos que lo admiraron por su incondicionalidad y sin reparar en horarios. Festejó en un sinnúmero de vueltas olímpicas como campeón. Quedan huellas imborrables no tan solo en el departamento médico, sino en todos los lugares en donde Bosco tuvo actividad.

En días anteriores el Supremo Señor llamó a Bosco Mendoza para que su alma y su espíritu lo acompañen en lo alto. En esa altura infinita donde solo llegan quienes se han erigido con decencia, enorme espiritualidad, honra intachable y un ejemplar amigo y padre.

Nos conocimos en el campo del fútbol, en Barcelona cuando el suscrito daba charlas sobre preparación física, luego en la selección de Ecuador para un sudamericano juvenil y un Bolivariano. Como en la despedida de los extrañados futbolistas que vistieron la amarilla José Páez y Nelsinho, era el médico que estaba atento a recuperar a los jugadores de diversas lesiones. Inigualable como profesional y respetado por jugadores nacionales y extranjeros. Ecuador ha perdido a un símbolo en el área médica.

Siempre su consultorio, en horas de la mañana y hasta largas horas de la noche, estaba lleno de jugadores, familiares de los deportistas y hasta personas a las que les brindaba atención por amistad. Nadie salía tenso, más bien agradecido y seguro de su recuperación. Inigualable en su profesión.

Sentiremos tu partida, engrandeciste al país y tu presencia con el Divino Señor debe ser la más justa.

No más palabras... (O)

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